Los estadounidenses recuerdan el horror y el legado del 11 de septiembre del 2001 y se reúnen durante todo el día en monumentos conmemorativos, estaciones de bomberos, ayuntamientos y otros lugares para conmemorar el 22º aniversario del ataque terrorista más mortífero en suelo estadounidense.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, acudió a primera hora de la mañana a un acto de conmemoración en recuerdo de las casi 3.000 víctimas mortales de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, Pensilvania y el Pentágono.
Harris ha acudido junto con otras figuras políticas, como la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, o el alcalde de la ciudad, Eric Adams, a la ceremonia, en la que han guardado un minuto de silencio por las víctimas y han hecho sonar una campana, según ha recogido la cadena CBS.
Por su parte, el expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha recordado a las víctimas en una publicación realizada el día de hoy a través de la red social X.
“Hoy honramos la memoria de todas las almas valientes que perdimos hace 22 años. Que siempre recordemos sus historias, el coraje de nuestros socorristas y los sacrificios que hicieron nuestras tropas para protegernos en los años siguientes”, dijo en la red social antes llamada Twitter.
El expresidente se ha catalogado por conmemorar esta fecha año tras año, con el fin de homenajear a los héroes que lograron salvar decenas de vidas y recordar a quienes fallecieron intentándolo.
“Mientras reflexionamos sobre estos últimos 15 años, también es importante recordar lo que no ha cambiado: los valores centrales que nos definen como estadounidenses. La fortaleza que nos sostiene. Después de todo, los terroristas nunca podrán derrotar a Estados Unidos”, fue su mensaje en el año 2016.
En ese momento aseguró que “Todavía somos el mismo país, donde los héroes se lanzaron al peligro, de la gente común que se rebeló contra sus secuestradores, de las familias que convirtieron su dolor en esperanza. Todavía somos el mismo país en el que nos cuidamos los unos a los otros”, siendo aún presidente de Estados Unidos.
Homenajes a lo largo y ancho del país
Desde la zona cero hasta pequeños poblados, los estadounidenses conmemoraron el lunes el aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre, con minutos de silencio, lágrimas en los ojos y llamados a enseñar a las nuevas generaciones sobre los trágicos acontecimientos ocurridos 22 años atrás.
Ese día “fuimos un solo país, una sola nación, un solo pueblo, como debe ser. Ese fue el sentimiento: de que todos se unieron para hacer lo posible, donde sea que estábamos, para tratar de ayudar”, dijo en una entrevista la semana pasada Eddie Ferguson, jefe de bomberos del condado Goochland en Virginia.
Ese condado, mayormente rural y de 25.000 habitantes, está a más de 160 kilómetros (100 millas) del Pentágono y tres veces esa distancia con respecto a Nueva York. Pero tiene su propio monumento a las víctimas del 11 de septiembre y realiza dos eventos anuales conmemorativos: uno para honrar a los rescatistas y otro para honrar a todas las víctimas.
“No olvidaremos”, Estados Unidos recuerda el fatídico atentado terrorista
Los nombres de cada una de las 2.753 personas que murieron en Nueva York fueron recordados por familiares, que en muchos casos no habían nacido en el momento de los atentados.
“Desearía haberte conocido. Todos en la familia te echan de menos. Nunca te olvidaremos”, dijo el nieto del bombero Allan Tarasiewicz, que perdió la vida a los 45 años cuando participaba en las operaciones de rescate en el World Trade Center.
Veintidós años después, todavía quedan 1.104 víctimas cuyos restos no se han podido identificar. La semana pasada las autoridades neoyorquinas anunciaron la identidad de dos nuevas víctimas gracias a estudios con nuevas tecnologías de secuenciación de ADN.
En el oeste de Pensilvania, donde un cuarto avión secuestrado que iba supuestamente dirigido contra la Casa Blanca se estrelló, las campanas tañeron por las muertes de cada uno de los 40 pasajeros y la tripulación que viajaban en el aparato.
“El 11 de septiembre convirtió a Estados Unidos en una nación en guerra, y cientos de miles de personas dieron un paso al frente para servir a nuestro país de uniforme”, declaró el secretario de Defensa, Lloyd Austin, en la ceremonia celebrada en el Pentágono.
“Sé que duele recordar este hito año tras año... Los hombres y mujeres del Departamento de Defensa siempre lo recordarán”.
En Nueva York, en el Congreso y en otros lugares, se guardó un minuto de silencio para conmemorar el atentado, planeado por el jefe de Al Qaida, Osama bin Laden, que fue encontrado y abatido casi una década después por los Navy Seals estadounidenses en una redada contra su escondite en Pakistán.