Un fuerte terremoto de magnitud 5,7 sacudió al archipiélago de Hawái, informó este viernes el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), sin que se haya emitido aún una advertencia de tsunami. El epicentro del terremoto fue identificado a 4 kilómetros al noroeste de Pahala, localidad ubicada en la principal isla del archipiélago estadounidense en el océano Pacífico.
El temblor se sintió alrededor de las 10:00 de la mañana (hora local) por residentes de la Isla Grande que relataron a medios locales sobre cómo cayeron cuadros de las paredes y fueron sacudidos otros objetos. En lo inmediato no se reportaron daños materiales ni heridos.
Pahala, con una población estimada de unas 1.600 personas, se encuentra a unos 274 metros sobre el nivel del mar, en el sur de la Isla Grande. Antigua plantación de azúcar, ahora es un destino turístico con tiendas, restaurantes y paradisíacas vistas al mar y a las montañas.
Si bien el sismo tuvo un gran impacto por su fuerte potencia, las autoridades de la isla y de Estados Unidos descartaron cualquier riesgo de tsunami. “Es posible que muchas zonas hayan experimentado fuertes sacudidas”, explicó la Agencia de Manejo de Emergencias en un mensaje publicado en su cuenta en redes sociales, en el que aclararon que no existe “amenaza de tsunami” tras el fuerte temblor.
Hawái es epicentro de una alta actividad sísmica. Aloja además seis volcanes activos, entre estos el Mauna Loa, el mayor del mundo, que entró en erupción recientemente produciendo fuentes de lava de 60 metros de altura. La actividad volcánica en Hawái puede provocar terremotos debido al movimiento del magma bajo tierra. Estos terremotos pueden variar en magnitud y pueden ocurrir tanto en tierra como en el mar.
Además de la actividad volcánica, Hawái también experimenta terremotos causados por el movimiento de las placas tectónicas. La interacción de la placa del Pacífico con la placa del Pacífico Norte puede provocar terremotos tanto en las islas como en el fondo marino cercano.
En mayo de 2023, el volcán Kilauea entró en erupción, desencadenando una serie de terremotos y flujos de lava que afectaron a la isla de Hawái. Esta erupción, que duró varias semanas, causó daños significativos en áreas cercanas al volcán y obligó a la evacuación de miles de residentes. Dada la actividad sísmica y volcánica en Hawái, las autoridades locales están activas en la educación pública sobre la preparación para desastres y la mitigación de riesgos.