Este miércoles 27 de septiembre, las autoridades de Estados Unidos informaron sobre los avances en los procesos judiciales contra seis hombres acusados de la tragedia en la que 53 migrantes que fallecieron el año anterior dentro de un sofocante contenedor de un tractocamión intentando cumplir el “sueño americano”.
Así entonces, Christian Martínez, de 29 años, uno de los seis hombres acusados en Texas, se declaró culpable por su participación en la peor tragedia ocurrida en un intento de tráfico de personas desde México en la historia del país, según informaron fiscales federales este miércoles.
Martínez representa la primera condena para el gobierno federal en el caso de la tragedia en San Antonio, cuando en junio de 2022 se localizó el camión en un camino remoto. Entre los fallecidos había ocho niños que viajaban dentro del contenedor bajo el sofocante calor de Texas y sin aire acondicionado.
El señalado se declaró culpable de cuatro cargos relacionados con el contrabando de personas y enfrenta la posibilidad de pasar el resto de su vida en prisión. Según registros de la corte, su audiencia de sentencia está programada para el 4 de enero. David Shearer, abogado de Martínez, se negó a comentar tras la audiencia.
Los fiscales dijeron que Martínez, residente de los suburbios de Houston, llevó al conductor del tractocamión a San Antonio para recoger el vehículo antes de que se dirigiera a la ciudad fronteriza de Laredo.
Una vez allí, Homero Zamorano Jr. supuestamente subió a los migrantes al vehículo y regresó hacia el norte, mientras que Martínez y otros cuatro hombres intercambiaban mensajes para informar sobre el progreso del traslado.
Zamorano y los otros acusados siguen a la espera de juicio. Zamorano ya se ha declarado inocente.
Un acta acusatoria desprecintada en junio asegura que los hombres trabajaban en operaciones de tráfico de personas en Guatemala, Honduras y México. Supuestamente compartían rutas, guías, casas de seguridad, vehículos y contenedores, algunos de los cuales eran almacenados en un estacionamiento privado en San Antonio.
El camión estaba repleto con 67 personas, y entre los fallecidos había 27 mexicanos, 14 hondureños, siete guatemaltecos y dos salvadoreños, señalaron las autoridades mexicanas.
Los migrantes pagaron a la organización hasta 15.000 dólares cada uno, es decir, alrededor de $ 61.564.000 pesos colombianos aproximadamente, para ser llevados a Estados Unidos. El monto cubriría hasta tres intentos de ingresar al país, según el acta de acusación.
El repunte de la llegada de migrantes
En Eagle Pass, la semana comenzó con rumores acerca de una posible llegada masiva de migrantes. El viernes, la pequeña ciudad fronteriza en Texas no daba abasto: casi 9.000 solicitantes de asilo, una cifra que seguía aumentando, habían cruzado desde México, un puente internacional seguía cortado y un niño de tres años se ahogó en el Río Bravo.
“Antes oíamos rumores, pero no pasaba nada”, dijo el jefe de la policía del condado de Maverick, Tom Schmerber. “Pero esa vez sí ha ocurrido”.
La respuesta de Eagle Pass, donde el alcalde declaró el estado de emergencia, ilustra cómo los agentes de la Patrulla Fronteriza se han visto abrumados en los últimos días por el gran número de solicitantes de asilo que llegan a partes de la frontera estadounidense con México. En San Diego y en El Paso, Texas, las autoridades cerraron también pasos fronterizos esta semana para que los agentes pudiesen ayudar a controlar la situación.
Tras un descenso en los cruces fronterizos ilegales, luego de la entrada en vigor de las nuevas restricciones al asilo en mayo, el gobierno del presidente Joe Biden está una vez más a la defensiva.
Alcaldes y gobernadores demócratas procuran más apoyos para atender a los solicitantes de asilo y los republicanos tratan de sacar ventaja política con este tema antes de las elecciones de 2024.
*Con información de AP.