La campaña presidencial estadounidense se calienta y esta vez tiene un ingrediente nunca antes visto: el más fuerte aspirante republicano a ser el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, ha sido imputado este año por tres casos judiciales y está a la espera de un cuarto, relacionado precisamente con su interferencia en las elecciones presidenciales de Georgia en 2020.
A pesar de todo ello, las encuestas lo siguen favoreciendo para que se quede con la candidatura del Partido Republicano, tradicional colectividad ansiosa de recuperar el poder. Para ello, el partido ya prepara para agosto, en Milwaukee, su primer entre sus precandidatos y en ello Trump no ha dejado de mostrar su carácter particular, pues no estaría muy dispuesto a medirse ante las pantallas con contendores como Ron DeSantis, el gobernador de Florida.
Como se recuerda, Trump ya dio una muestra de su renuencia a esos paneles de discusión en el último debate republicano de 2016, cuando no se hizo presente, sino que protagonizó otro acto político, el cual, de paso, le quitó rating al programa de su partido.
Ante la posibilidad de que el millonario no participe en el programa, la presidenta del Comité Nacional Republicano lo instó a considerar su posición públicamente.
En declaraciones para Fox News, McDaniel expresó: “Creo que él debe estar en el escenario. Quiero en el escenario a todos los que califiquen, obviamente. Esta es una oportunidad para nosotros contrastar nuestras ideas respecto a las (ideas) demócratas. No se trata solamente de las primarias, también se trata de la elección general, porque necesitaremos votantes independientes y otros para ganar la Casa Blanca”.
No obstante, los analistas políticos locales no están muy convencidos de que el polémico exmandatario quiere plegarse a la disciplina de partido.
En referencia al actual panorama electoral y lo que reflejaban las encuestas, Trump le concedió en junio pasado una entrevista, también a Fox News, en la cual aseguró: “Me gusta debatir. Probablemente, estoy aquí debido a los debates. Pero cuando tienes 40 puntos de ventaja, ¿por qué voy a permitirles a esas personas (los otros candidatos) que me critiquen?”.
De acuerdo con Univisión, el expresidente precandidato no tiene del todo la razón, ya que la web Fivethirtyeight no le da 40, sino 30 puntos, por encima de Ron DeSantis, quien es visto como su más encarnizado rival. De todos modos, sigue siendo el registro más alto.
Para esa misma cadena, el argumento de no dejar que otros usen su plataforma para proyectarse en la arena electoral no es nada nuevo, empero en este caso, acudir a él se le puede volver en contra.
Ello debido a los procesos judiciales que enfrenta, que pueden ser tomados por sus contendores como caballito de batalla para vender la idea de que el Partido Republicano no puede tener un candidato con ese prontuario.
Para David Urban, quien trabajó con Trump en sus dos campañas electorales anteriores, ausentarse del debate, sencillamente, les dejará a sus rivales la oportunidad de criticarlo sin que él pueda defenderse.
Quienes también se han mostrado muy deseosos de que el exmandatario se mida con ellos en el careo son sus propios competidores, como el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, quien, al ser interrogado sobre la posibilidad de que su colega no vaya a Milwaukee, lo llamó “mentiroso y cobarde”.
“Vamos Donald, sube al escenario y defiende tu legado. Si quieres ser el nominado, necesitas defender tu legado”, le mando a decir en una entrevista para el canal ABC.
Christie, en un primer momento, estuvo del lado de Trump, pero cambió de parecer luego de los disturbios del 6 de enero de 2021 en Washington, cuando simpatizantes de Trump, convencidos de su versión de que le robaron la elección presidencial, asaltaron el Capitolio.
DeSantis también se ha pronunciado al respecto. “Nadie tiene garantizada esta nominación. Tienes que ganártela (...) y hacer cosas como estos debates. Son partes importantes del proceso”, explicó el hombre que muchos ven como el que podría hacer tambalear a Trump en medio de la debacle judicial que enfrenta.
En las filas republicanas también cunde la preocupación de que si Trump se ausenta del debate, el rating del programa se baje dramáticamente, como ya pasó en 2016.
Esta vez, además, se ha barajado la posibilidad de que, mientras tienen lugar las discusiones en Milwaukee, Donald Trump acepte darle una entrevista al controvertido presentador Tucker Carlson.
Por un lado, no son pocos los que dan por descontado que ahí sí que casi nadie querría ver a los otros republicanos.
De otra parte, a esa entrevista se le elevaría mucho el rating, ya que sería la venganza de Carlson de Fox News, canal del que salió por la puerta de atrás recientemente en medio de un escándalo.