Antes de dar luz verde a los embajadores nominados para Ecuador y Perú, los senadores estadounidenses quisieron cerciorarse este jueves de que estos priorizarán la lucha contra la droga, y de preferencia de forma sincronizada.
Y es que saben que un aumento del narcotráfico en América Latina tendrá un efecto rebote en Estados Unidos.
“Suceden cosas en Ecuador que indican que el país va en la dirección equivocada” y “esto no es una buena señal”, afirmó el republicano Jim Risch, refiriéndose a que se ha convertido en un centro neurálgico en el comercio mundial de drogas.
Para el demócrata Ben Cardin no se trata de abordar el tema de forma aislada en cada país porque Estados Unidos necesita “una estrategia” para “ser eficaz en la reducción” del narcotráfico en la región.
El embajador nominado por el presidente estadounidense Joe Biden para Ecuador, Arthur W. Brown, le dio la razón.
“Lo realmente importante es que a nivel regional discutamos estos temas y tengamos el foro correcto” para hacerlo, dijo durante una sesión en el Comité de Relaciones Exteriores para examinar las nominaciones.
“No se trata solo de incautar la cocaína que se transporta ni solo de arrestar a personas corruptas involucradas en el narcotráfico, sino que también hay que abordar algunos de los problemas de raíz”, añadió.
El demócrata Bob Menéndez afirmó que Estados Unidos necesita un embajador que ayude al presidente ecuatoriano Guillermo Lasso a “combatir el crimen organizado y el tráfico de droga” en un país que “vive una turbulencia política con implicaciones para la democracia y los estadounidenses”.
Lasso, con el que Biden se reunió en diciembre, anunció que se someterá a un juicio político en el parlamento que lo acusa de un presunto peculado, como primera opción, pese a que la Constitución le faculta a disolver el Congreso.
El presidente estadounidense “pierde al socio más cercano de Estados Unidos que se puede conseguir” si el país no consigue superar sus desafíos, afirmó Menéndez.
El problema de la droga también carcome a Perú, uno de los mayores productores de cocaína del mundo, junto con Colombia.
“Poder de convocatoria”
“No se trata solo de destruir los cultivos, se trata de lo que aportamos después para asegurarnos de que las personas tengan la capacidad de vivir vidas prósperas y seguras”, afirmó Stephanie Syptak-Ramnath, la nominada a embajadora de Perú, un país inmerso en una crisis política.
Syptak-Ramnath confía en el “poder de convocatoria considerable” de Estados Unidos para abordar el problema regionalmente “de manera holística”.
Las nominaciones quedan pendientes de ratificación en el Senado, donde el Partido Demócrata dispone de mayoría.
Horas antes de esta audiencia, la directora de inteligencia nacional de Estados Unidos, Avril Haines, compareció en el Comité de Servicios Armados para una audiencia sobre las amenazas globales.
Entre estas amenazas figura el tráfico de droga en un país donde desde agosto de 2021 hasta agosto de 2022 se han registrado 107.735 muertos por sobredosis de drogas, dos tercios de ellas por opioides sintéticos como el fentanilo, fabricado por los cárteles de México.
El senador Angus King, registrado como independiente, le reprochó que “no se asignen los recursos de inteligencia más básicos” a esta lucha. “Es inconcebible”, protestó.
Haines respondió que los servicios de inteligencia “están completamente de acuerdo”.