El huracán Idalia tiene en pánico a varios habitantes de poblaciones del estado de Florida y las evacuaciones son la principal medida para evitar muertes por cuenta de los vientos.
En la isla de Cedar Key, la comisionada Sue Colson y otros funcionarios municipales tuvieron que guardar todos los documentos y aparatos electrónicos en la oficina municipal y además envió un contundente mensaje para los casi 900 residentes que estaban bajo órdenes de evacuación obligatoria de la isla cercana a la costa de la región de Big Bend: “Una palabra: Váyanse... No es algo para discutir”, afirmó.
Más de una docena de policías estatales tuvieron que ir puerta a puerta para advertir a los residentes que la marea podría alcanzar los 4,5 metros (15 pies) de altura y podría haber peligro de inundación, por lo cual la evacuación debía ser inminente.
También en Tarpon Springs, una comunidad costera al noroeste de Tampa, 60 pacientes tuvieron que ser evacuados de un hospital por inquietudes de que el huracán pudiera provocar inundaciones provocadas por la marea alta que allí alcanzaría los 2,1 metros (7 pies).
El Servicio Meteorológico Nacional en Tallahassee dijo que Idalia era “un evento sin precedentes”, ya que no hay registros de que un huracán de gran envergadura haya pasado nunca antes por la bahía de Big Bend.
Tampa bajo el agua
En la ciudad de Tampa, Idalia ya comenzó a hacer estragos. Algunas calles ya están cubiertas de agua por la elevación de la marea y las constantes lluvias que trae el fenómeno natural.
El aeropuerto internacional de Tampa tuvo que cerrar antes de la llegada de Idalia, mientras que los vuelos se vieron interrumpidos a lo largo de la costa este de Estados Unidos debido a que otro huracán, Franklin, azota el Atlántico.
Los fuertes vientos del huracán de categoría 4 que alcanzan hasta los 250 kilómetros por hora, quedaron registrados en varios videos y denotan el daño potencial que tendría el paso de Idalia por varias ciudades de Florida.
“Muy pocas personas pueden sobrevivir estando en el camino de una gran marejada ciclónica, y esta tormenta será mortal si no nos apartamos del peligro y la tomamos en serio”, dijo la jefa de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA), Deanne Criswell.
Los huracanes de gran intensidad son los de categoría 3 o superior en la escala Saffir-Simpson, de cinco niveles, y según el NHC pueden causar daños “devastadores” y “catastróficos”.
En La Habana, Cuba, ciudad de 2,1 millones de habitantes, se encuentran 90.000 personas sin electricidad, dijo a la televisión estatal un funcionario de la Unión Eléctrica, mientras que en la vecina provincia de Artemisa 117.434 clientes se quedaron sin el servicio. Según fuentes oficiales, más del 60 % de Pinar del Río se quedó sin energía eléctrica.
Una de las zonas más afectadas es la de producción de tabaco en Pinar del Río. Esta región sigue sin recuperarse aún de las afectaciones del huracán Ian, que golpeó el oeste de Cuba en septiembre pasado, con un saldo de al menos dos muertos en la isla y 150 fallecidos en Florida.