Según The Wall Street Journal, que cita fuentes estadounidenses anónimas, un acuerdo secreto prevé la instalación de una estación de escuchas telefónicas en la isla caribeña, a unos 200 km de la costa de Florida, donde se encuentran importantes bases militares estadounidenses. China, rival de Estados Unidos, pagará a Cuba “miles de millones de dólares” para construir esta instalación, según el diario.
“Lo que puedo decirles es que esta administración está preocupada desde el primer día por las actividades de influencia de China en todo el mundo, y por supuesto en este hemisferio y en esta región”, aseguró John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y añadió que el Gobierno lo sigue “muy de cerca”.
El Pentágono también reaccionó, asegurando que la información no es exacta, “no estamos al tanto de que China y Cuba” desarrollen “un tipo de base de espionaje”, reaccionó en rueda de prensa diaria el portavoz del Pentágono, general Pat Ryder, quien aseguró que Estados Unidos monitorea “permanentemente” las relaciones entre Pekín y La Habana.
Las reacciones dentro del Congreso de los Estados Unidos no se hicieron esperar, como fue el caso de Carlos Giménez, congresista del distrito 28 del estado de la Florida, quien aseguró que “este es otro ejemplo de que estas dos personas no son amigos de estados Unidos y son nuestros enemigos”.
Giménez también reiteró que si la administración del actual presidente Joe Biden quiere tener más negociaciones o quiere tener apertura con China o Cuba, es importante tener en cuenta la relación que tienen los partidos comunistas de ambos países “para ver que los dos están unidos en sus labores en contra de nosotros”, aseguró.
Y es que el presidente chino, Xi Jinping, lidera una expansión de la presencia militar de China en todo el mundo para competir con el Ejército estadounidense, que está presente en todos los continentes. Pero la instalación de una base en Cuba, muy cerca de la costa de Florida, podría ser interpretada por Washington como una amenaza sin precedentes para su territorio.
Durante la Guerra Fría, los soviéticos tenían instalaciones de espionaje electrónico en la Cuba comunista. Pero en 1962 Estados Unidos observó plataformas de lanzamiento de misiles. El presidente John F. Kennedy decidió entonces imponer un bloqueo marítimo a la isla y durante unos días se vivió la amenaza de un conflicto abierto y nuclear entre las dos superpotencias.
La URSS finalmente renunció a su proyecto y Estados Unidos retiró misiles de Turquía.
En enero y febrero de 2023, un globo chino que Washington calificó de espía sobrevoló el territorio estadounidense antes de que un caza lo derribara, provocando un enfriamiento en las relaciones entre China y Estados Unidos.
El congresista Carlos A. Giménez envió una carta al secretario de Defensa Lloyd Austin y al secretario de Estado Antony Blinken expresando su gran preocupación por los informes que confirman la alianza entre Cuba y China para abrir estos centros de inteligencia en la región.
“La China comunista está socavando de manera proactiva a Estados Unidos en todo el hemisferio occidental”, dijo Gimenez en un comunicado.
“Insto a la Administración a que condene esta flagrante amenaza a nuestros intereses de seguridad nacional, aplique todo el peso de las sanciones de EE. UU. según lo establecido en la Ley Libertad y evite que los esfuerzos de los adversarios antiestadounidenses establezcan una base para realizar espionaje, ataques cibernéticos u otras amenazas a la patria, a solo minutos de los Estados Unidos continentales”, dice la carta que el congresista envió al alto cargo del Gobierno.
El congresista Carlos Giménez es el único miembro nacido en Cuba del 118.º Congreso, habiendo huido de la isla poco después de la toma del poder por los comunistas. El representante Giménez es miembro del nuevo Comité Selecto sobre China, Servicios Armados y el Comité de Seguridad Nacional. Representa al Distrito 28 del Congreso de Florida, que incluye Miami-Dade y los Cayos de Florida.
*Con información de la AFP.