El último viernes del mes (27 de octubre) no sorprendió a los estadounidenses con actividad sísmica, pues ese tipo de fenómenos son habituales en América, dada su ubicación. El Cinturón de Fuego del Pacífico determina cuán frecuentes o no son esos eventos y, principalmente, qué territorios están más expuestos a enfrentarlos.
2023 ha sido reflejo de ello en distintas partes del mundo; por ejemplo, a comienzos de febrero Turquía y Siria sintieron la potencia de terremotos que no solo cobraron la vida de miles de personas, sino que dejaron una devastación material. A la fecha, esos dos países siguen intentando recuperarse por las ‘severas’ consecuencias.
Meses más tarde, en Marruecos, la sacudida sorprendió a sus habitantes mientras estos dormían y causó una catástrofe. Igual que en las dos primeras naciones, también en ese país los rescatistas estuvieron días consecutivos luchando por encontrar a posibles sobrevivientes bajo los escombros, aun cuando habían pasado las 72 horas de ‘esperanza’.
¿Dónde ha temblado en Estados Unidos?
En esta jornada, del 27 de octubre, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) situó a las 2:22 de la mañana un temblor de 2,5 en Hawái, una de las áreas catalogadas por ese organismo entre las más propensas a sacudidas. Hawaiian Paradise Park, Hilo, Kailua-Kona y Honolulu conforman algunos de los sitios cercanos al epicentro.
A la 1:54 de la madrugada el temblor de 3,1 se sintió en Anchor Point, Alaska, con profundidad no superior a los 61,7 kilómetros. Anchorage, Eagle River, Knik-Fairview y Whitehorse (Canadá) fueron los sitios de mayor proximidad al foco. Minutos antes, la Tierra tembló en el oeste de Texas (3,3) y la profundidad equivalió a 9,8 km.
Respecto a este 26 de octubre, el último sismo reportado por USGS también se ubicó en Texas con una magnitud de 2,9. A ese lo precedió uno adicional (2,7) a 244 kilómetros de Chiniak, Alaska; mientras minutos antes el foco se concentró en Pāhala, Hawái. En esta última zona se presentó otro movimiento telúrico con fuerza no inferior a 2,5.
Hacia las 11:39 a. m. el noreste de Little Lake, en California, albergó otra sacudida (3,5) a 1,8 kilómetros de profundidad; siendo los lugares cercanos Coso, Olancha, Ridgewood, Lone Pine y Bakersfield. También en California, pero con epicentro en Fort Bidwell, la Tierra se hizo sentir a una magnitud de 3,8.
A las 10:58 a. m. el sismógrafo detectó un temblor más (2,5) 7 kilómetros al sureste de Hala’ula, en Hawái, cuya profundidad correspondió a 20,4 kilómetros. Los sitios más próximos al foco fueron Kailua-Kona, Hilo, Kīhei y Honolulu.
¿Los temblores pueden predecirse?
Ante la recurrente advertencia de las autoridades para estar preparados, una de las preguntas más constantes es si eventos como los sismos o (de mayor potencia) terremotos se pueden predecir. Esto en aras a tomar precauciones bajo la certeza de que uno de esos fenómenos se va a presentar.
La respuesta de los expertos es ‘no’, a pesar de cuán precisos son los registros en magnitud, ubicación, profundidad, réplicas, entre otros puntos. Precisamente las recomendaciones son para saber cómo actuar ante una eventualidad y reducir las pérdidas de vida por desconocimiento de acciones elementales.
El Servicio Sismológico Nacional de México (SSN) explica que “ni los países como Estados Unidos y Japón, cuya tecnología es muy avanzada, han sido capaces de desarrollar una técnica predictiva de temblores”. Es así como ante la incertidumbre de cuánto será la próxima sacudida, es vital participar en los simulacros y mantenerse informados.
De hecho, aun si ‘hipotéticamente’ se supiera cuándo ocurrirá un evento de estos, su potencia y afectaciones situarían también interrogantes.