Tras las rejas terminó un trabajador de un restaurante de comidas rápidas en el estado de Nuevo México, Estados Unidos, luego de que una de las clientes del establecimiento denunciara que al interior de un perro caliente que compró en dicho negocio, le fue entregada una bolsa que contenía un polvo blanco que resultó ser cocaína.

Luego de que la mujer dio parte a las autoridades sobre el extraño hallazgo en su comida, la Policía local llegó hasta el lugar para constatar que en efecto se trataba de una dosis del alcaloide, y el riesgo que representaba no solo su abandono en un plato de comida, sino su presencia en sí en una cocina.

Tras la denuncia de la cliente, la policía llegó al establecimiento y arrestó al trabajador responsable de los ocurrido. | Foto: Getty

Así, el hombre, identificado como Jeffrey David Salazar, de origen latino y de 54 años, terminó bajo órdenes de la justicia, acusado de la posesión de sustancias controladas.

A través de los medios locales de Estados Unidos también ha trascendido que se abrió una investigación en contra del restaurante, identificado como Sonic, según precisiones entregadas por el Departamento de Policía del Condado de la Española.

En medio de la investigación, y luego de que las autoridades accedieron al permiso para la revisión de las cámaras de seguridad, en las imágenes captadas por esta se pudo apreciar el comportamiento extraño al interior de la cocina por parte del trabajador arrestado, quien habría hecho el intercambio de droga con una de sus compañeras.

En medio de su labor en cocina, el hombre posteriormente accedió a realizar la preparación del pedido, y, al parecer, en medio de la manipulación de alimento terminó por poner allí el alucinógeno; una situación que él evidenció rápidamente pues se puede ver en las mismas cámaras de seguridad el ‘desespero’ con que actúa el hombre al descubrir que perdió su alcaloide.

En medio de la investigación, y tras la captura del trabajador, al ser interrogado por las autoridades, este manifestó ser culpable de haber adquirido una dosis de droga, que olvidó en el perro caliente de la cliente.

El trabajador señaló que la bolsita de cocaína había sido comprada recientemente a otro individuo en el parqueadero del restaurante y que lo ocurrido consistió en un accidente que dejó en evidencia su delito, en tanto el porte de esas sustancias está prohibido.

Tras analizar la sustancia, se pudo determinar que se trataba de cocaína. | Foto: Libre de derechos

Recientemente, en Estados Unidos, más precisamente en el estado de Tennessee se presentó el triste deceso de dos adolescentes que perecieron por efecto del consumo de fentanilo durante la realización de una fiesta de graduación de la escuela secundaria a la que asistían ellas, en un hecho en el que participó también una tercera joven que, gracias al consumo más moderado de la sustancia, logró sobrevivir al ser encontrada y llevada a un hospital.

No obstante, en ese caso, la joven resultó involucrada legalmente en el caso de la muerte de sus compañeras, al advertir que las tres se encontraban juntas al momento de la ingesta, y que ella no logró controlar el grado de consumo de sus dos compañeras que ingirieron la droga hasta la muerte.

Si bien la tercera joven logró sobrevivir, el parte médico advertía que ella también estaba consumiendo la sustancia prohibida, y que el hecho que hubiese quedado viva no desprendía de que ella fuera la responsable de haber drogado de muerte a sus compañeras.

Las dos menores fallecidas tenían 16 y 17 años.

Además, las autoridades también acusaron que la joven sobreviviente es acusada del delito de “posesión de una sustancia controlada”, debido a que en su poder, al momento de ser hallada, también fue encontrada parte de la droga que estaban ingiriendo ella y sus amigas.

Sobre las víctimas mortales y la que permanece hospitalizada, ahora señalada de asesinato, se ha revelado que eran estudiantes de tercer año de secundaria, y que previo a ser encontradas, habían sido partícipes de la ceremonia graduación, por lo que se presume que tras el evento habían salido de allí a drogarse.

Las cámaras de seguridad soportaron la responsabilidad del trabajador. | Foto: 2020 VCG