Un niño de tres años mató accidentalmente de un disparo a su hermana de un año en la ciudad de San Diego, en el estado de California, en la costa oeste de Estados Unidos.
Las autoridades de Fallbrook han indicado que los servicios de emergencia respondieron a un aviso en la vivienda de los dos menores y que, a su llegada, encontraron a la niña de un año con una herida de bala en la cabeza.
La niña fue posteriormente trasladada al hospital Palomar, donde falleció horas después, según informaciones del diario ‘The San Diego Union Tribune’.
Se desconoce por el momento quién se puso en contacto con los servicios de emergencias o si los padres se encontraban en la vivienda en el momento del incidente. La Unidad de Homicidios del Departamento del Sheriff ha abierto una investigación al respecto.
Tragedia en Kentucky: disparo de un niño de siete años le causó la muerte a otro menor
Un nuevo hecho que involucra armas de fuego ha tenido lugar en el condado de Jackson, en el centro de Kentucky, donde el pasado lunes 19 de junio un menor de siete años manipuló accidentalmente una pistola cuyo disparo hirió con letalidad a otro menor de cinco años.
De acuerdo con la policía estatal de Kentucky, el hecho se produjo a las 5:30 de la tarde dentro de una casa. Los uniformados llegaron rápidamente a atender el llamado de emergencia, no obstante no había nada que pudiesen haber hecho por el niño más pequeño, ya que el disparo le produjo la muerte de manera inmediata.
“No se sospecha de juego sucio”, se leyó en el comunicado oficial de la policía estatal, dando a entender que fue de manera accidental el deceso. Los hechos son materia de investigación en donde se han planteado varias preguntas como ¿de quién era el arma? ¿Por qué estaba cargada y puesta en un lugar donde los menores la pudieran tomar? Y ¿dónde estaban los padres de familia?
Los uniformados han hecho un llamado a la comunidad para que se cercioren de tener este tipo de armas fuera del alcance de los menores, además de mermar el porte y compra de las mismas si no hay necesidad de adquirirlas.
Un problema que aqueja a más de un Estado
A pesar de que en el caso de Kentucky, un menor de edad perdió la vida por un disparo accidental, a inicio de mes se presentó en el Estado de Illinois un tiroteo, también por manipulación accidental, en donde un menor de edad mató a una niña de cuatro años.
A este hecho se le suma otro ocurrido a mitad de junio, donde un niño de seis años le disparó de manera accidental a su hermano menor en dos ocasiones; sin embargo, el bebé pudo sobrevivir a las lesiones que ocurrieron dentro de la casa de sus padres en Detroit, Michigan.
Otro caso que lamenta la sociedad estadounidense es el presentado en Tennessee, en donde un menor de tres años falleció por dispararse, de manera accidental, a sí mismo, y falleció por la gravedad de la lesión.
De acuerdo con las autoridades que atendieron el caso, el hecho ocurrió en horas de la tarde en el pueblo de Collierville, una comunidad de poco más de 50.000 personas, a principios de junio.
A pesar de que se le llevó a un centro asistencial con urgencia, los médicos no pudieron salvarle la vida y se le declaró muerto esa misma tarde.
El peligro latente de las armas de fuego en menores de edad
De acuerdo a un análisis por Pew Research con datos obtenidos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, las armas son la principal causa de muerte de niños y adolescentes en Estados Unidos, en donde la tasa de decesos por estas municiones han aumentado en un 50 % desde 2021.
Esta afirmación la respalda el Archivo de Violencia Armada, ya que, de acuerdo a los datos recopilados por esta entidad, en lo que va del 2023 más de 800 menores de edad han muerto en hechos relacionados con armas de fuego (incluyendo homicidios y suicidios).
Por su parte, Everytown for Gun Safety, una organización sin ánimo de lucro, ha informado que se han presentado más de 120 tiroteos accidentales durante el 2023 solamente en Estados Unidos, lo que ha dejado hasta el 26 de mayo 77 lesionados y 54 fallecidos.
En particular, en el Estado de Tennessee, más del 50 % de los adultos tienen armas de fuego en sus hogares, por lo que el gobernador republicano, Bill Lee, firmó una orden ejecutiva con el fin de que sean más estrictos los protocolos para que una persona pueda adquirir una de estas armas, además de realizarle al individuo una exhaustiva investigación de antecedentes penales antes de vender cualquier tipo de munición.