En Estados Unidos, en el estado de Michigan, una mujer sufrió un agresivo ataque de su perro después de haberle dado gomitas que contenían drogas con THC, Tetrahidrocanabinol.
Cómo sucedió
De acuerdo con el diario estadounidense The New York Post, los hechos sucedieron el pasado 5 de octubre en la ciudad de Gaylord, en Michigan. La mujer, que no ha sido debidamente identificada por las autoridades contó que su perro Rottweiler, de nombre Blau, de 2 años, recibió de parte de ella una gomita THC.
El THC o Tetrahidrocanabinol es es el principal constituyente psicoactivo del cannabis. El efecto de esta droga estimula las neuronas del sistema de recompensa del cerebro, generando la liberación del neurotransmisor dopamina, en cantidades mucho mayores de las que se observan normalmente en la respuesta a estímulos gratificantes naturales.
De acuerdo con el testimonio de la mujer, fue casi inmediatamente después de recibir las gomitas que el perro se abalanzó sobre ella.
La mujer se encontraba en el inodoro en ese momento y el perro la siguió hasta allá: “(la siguió) mientras ella estaba en el inodoro y la arrancó del asiento”, quedó escrito en un reporte del incidente, obtenido inicialmente por The Smoking Gun y recogido por el New York Post.
Lucha
El incidente no se quedó en ese primer momento, de acuerdo con el Post, el perro, que alcanzaba más de 37 kilos de peso, no dejó ir a la mujer y la lucha entre ambos duró una hora.
Cuando ella logró separarse del perro, se resguardó en su habitación y dejó “al perro manejando la casa”.
Fue la propia mujer la que llamó al sistema de emergencias 911 para denunciar el ataque del perro, pero cuando llegaron los servicios de emergencia y de control de animales, el perro se encontraba completamente “apagado” y no ladraba ni gruñía.
La oficial Melissa Fitzgerald, de la oficina de control de animales, relató que el perro intentó huir de ella, pero fue fácilmente acorralado y asegurado: “En ningún momento el perro actuó de forma agresiva ni ladró a las ACO”, escribió la mujer en el reporte.
Fitzgerald contó que en la residencia había una inmensa cantidad de sangre filtrándose por las alcobas, entre las paredes y el suelo y el estado en que encontró a la dueña del perro fue lamentable.
“Vi a la víctima acostada boca arriba en la cama cubierta de sangre”, dijo Fitzgerald. “La habitación estaba semioscura pero pude ver una cantidad extrema de sangre en la cama, así como en las paredes y el suelo. La víctima dijo que no podía levantarse”.
Impacto
Tan pronto como pudieron sacar a la mujer de la residencia, fue trasladada en avión a un centro médico, a 96 kilómetros de distancia del lugar.
En el centro médico, la mujer fue sometida a una cirugía de emergencia, intubada e instalada en la unidad de cuidados intensivos.
De acuerdo con los médicos, la mujer casi pierde el brazo derecho en el ataque, aunque los médicos que pudieron salvarlo aclararon en el informe que: “no queda mucho del área entre el hombro y el codo”.
Divorcio
De acuerdo con el New York Post, fue directamente el padre de la mujer atacada quien compró las gomitas, puesto que el divorcio había dejado a la mujer, y a su perro, muy estresados.
El perro estuvo inicialmente en el refugio de cuidado animal, la familia de la víctima pidió a Fitzgerald que sacrificaran al perro, pero ella aclaró que esa vía no era la legal.
Luego, el exesposo de la mujer se contactó para poder sacar al perro del lugar argumentando que él mismo lo rehabilitaría. Tras enterarse de que la oficial de la oficina de animales buscaba legalmente sacrificar al perro, el hombre cambió de opinión y pidió autorización para él mismo sacrificarlo, la oficial también le aclaró que eso no era legal.
Solamente hasta que los dos exesposos se pusieron de acuerdo en dar la autorización a un veterinario, el perro fue sacrificado 11 días después del ataque.