Un video desgarrador publicado este martes muestra la muerte de un hombre negro, de 28 años, mientras ingresaba en un hospital psiquiátrico de Estados Unidos, donde fue sujetado a la fuerza por hasta 10 policías y guardias de seguridad del hospital.
La muerte de Irvo Otieno el pasado 6 de marzo en el estado de Virginia ha reavivado el debate sobre cómo las fuerzas de seguridad estadounidenses tratan a las personas con enfermedades mentales.
Siete oficiales de policía del condado de Henrico, en su mayoría afroestadounidenses, y tres agentes del Hospital Estatal Central en Petersburg fueron acusados de asesinato la semana pasada.
La fiscal Ann Cabell Baskervill afirma que el joven de 28 años murió “por asfixia” mientras lo “sujetaban físicamente”.
El video de la tragedia, grabado por una cámara de vigilancia y publicado este martes por varios medios de comunicación, muestra su llegada al hospital luego de tres días en una celda.
Esposado, con grilletes en los tobillos, el torso desnudo y sin zapatos, avanza encorvado, tirado por agentes.
Primero se sienta en el suelo, con la espalda apoyada en un sillón. Minutos después, está en el suelo y lo sujetan, sin que se sepa el motivo. Un oficial está sobre él y otro presiona aparentemente su rodilla contra la cabeza o el cuello de Otieno, mientras hasta 10 trabajadores del hospital observan. Algunos a veces les ayudan.
Da la sensación de que quieren inmovilizarlo para atarle las piernas y presionan sobre diferentes partes de su cuerpo, sobre todo a la altura del vientre, durante al menos 11 minutos.
Cuando sueltan la presión, Irvo Otieno está inconsciente y sin pulso. Los esfuerzos para reanimarlo fracasan. La familia de Irvo Otieno quiso que el video se difundiera.
La semana pasada, su madre, Caroline Ouko, dijo que su hijo sufría una crisis de “una enfermedad mental”. “Mi hijo fue tratado como un perro, peor que un perro. Lo vi con mis propios ojos (...) asfixiaron a mi bebé”, afirmó.
El abogado de la familia, Ben Crump, comparó el caso con el asesinato de George Floyd, un hombre negro de unos cuarenta años que murió en 2020 asfixiado por un policía blanco. El video de su calvario dio la vuelta al mundo y desató una movilización contra el racismo y la violencia policial.
¿Racismo y acoso en el Ejército de EE. UU.?
Un poderoso grupo cívico latino urgió el viernes a las autoridades a investigar la muerte de una soldado mexicoamericano que, según su familia, sufría acoso sexual en una base del Ejército de Estados Unidos, donde ocurrió una muerte similar en 2020.
La militar de 20 años, Ana Basaldua Ruiz, fue hallada sin vida el 13 de marzo en su habitación en Fort Hood, la base militar más grande de Texas, dijo la oficina de prensa del ejército de esa base en un comunicado.
“Estamos (...) preocupados por los informes de su familia, de que su hija era blanco de acoso sexual repetido”, dijo Analuisa Tapia, directora del distrito de Killeen de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (Lulac, en inglés), el grupo de activistas hispanos más grande y antiguo de Estados Unidos.
Tapia y otros miembros del grupo leyeron una declaración en una rueda de prensa el viernes frente a la base Fort Hood, en el norte de Austin.
“Lulac exige una inmediata, completa y transparente investigación sobre estas afirmaciones. Es necesario iniciar esta investigación ahora”, manifestó Tapia, quien remarcó que esta debe ser llevada a cabo por “una autoridad externa”, no militar.
La madre de la víctima, Alejandra Ruiz, dijo a la cadena Telemundo que su hija le dijo que “un sargento estaba acosándola” y que estaba siendo perseguida.
Agregó que oficialmente se le dijo que su hija “se colgó”, una versión que ella no cree.
Basaldua, mexicana naturalizada estadounidense, vivía con su padre en Long Beach, California, antes de enrolarse en el Ejército.
“Supuestamente, lo tomaron como suicidio, nada más, y que ellos iban a empezar investigaciones”, indicó su padre, Baldo Basaldua, al mismo medio.
En una segunda declaración el jueves, la oficina de prensa de la base expresó que en la muerte de la soldado “no hay indicios de acciones violentas” contra ella y que los investigadores trabajan en “reunir toda la evidencia y hechos para descubrir exactamente lo que pasó”.
“La información relacionada con cualquier posible acoso será tratada e investigada en su totalidad”, agrega.
*Con información de la AFP.