Este miércoles 19 de julio, un tornado causó graves daños a una importante planta farmacéutica de Pfizer en Carolina del Norte, en el más reciente de una serie de eventos meteorológicos extremos que asedian a Estados Unidos y en un día en el que las inundaciones anegaron a comunidades de Kentucky y el calor sofocante asfixió a Phoenix y Miami.
Pfizer confirmó que el enorme complejo de manufactura sufrió daños cuando un tornado tocó tierra cerca de Rocky Mount, pero señaló en un correo electrónico que no había heridos graves. La compañía señaló en un email posterior, sin detallar el número de trabajadores, que los empleados de la planta siguieron los procedimientos de seguridad y evacuaron y que todos “están a salvo”.
El tornado desprendió parte de los techos de los enormes edificios. La planta de Pfizer almacena grandes cantidades de medicamentos, que quedaron esparcidos por todas partes tras el paso de la tormenta, de acuerdo con el jefe policial del condado de Nash, Keith Stone.
“Tengo reportes de 50.000 palés de medicamentos que están esparcidos por todas las instalaciones y resultaron dañados por la lluvia y el viento”, añadió Stone.
La planta produce anestesia y otros fármacos, así como casi el 25 % de todos los medicamentos inyectables estériles utilizados en los hospitales de Estados Unidos, dijo Pfizer en su sitio web. Erin Fox, directora sénior de farmacéutica en el Centro Médico de la Universidad de Utah, dijo que el daño “probablemente conducirá a la escasez a largo plazo, mientras Pfizer realiza labores de reconstrucción o trabaja para trasladar la producción a otros sitios”.
El Servicio Meteorológico Nacional tuiteó que el daño coincidía con un tornado EF3, con vientos de hasta 240 kilómetros por hora. La tormenta causó el cierre temporal de un tramo de la autopista interestatal 95 en ambas direcciones en Carolina del Norte, provocando un embotellamiento de kilómetros.
En tanto, las temperaturas abrasadoras y la crecida de las aguas continuaron azotando a otras partes de Estados Unidos. Phoenix batió un récord histórico de temperatura y los equipos de rescate sacaron a personas de sus casas y vehículos inundados por la lluvia en Kentucky. Los meteorólogos señalaron que no se vislumbra mucho alivio luego de varios días de temperaturas extremas.
Por ejemplo, Miami ha soportado un índice de calor de por lo menos 38 grados centígrados durante semanas, y se pronostica que las temperaturas aumenten este fin de semana.
En Kentucky, los meteorólogos advirtieron sobre una “situación potencialmente mortal” en las comunidades de Mayfield y Wingo, azotadas por inundaciones repentinas provocadas por una serie de tormentas eléctricas. El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, declaró el miércoles un estado de emergencia en esas zonas ante la amenaza de nuevas tormentas.
Por su parte, las inundaciones repentinas en Pensilvania también cobraron las vidas de Enzo Depiero, de 78 años, y Linda Depiero, de 74, de Newtown; Yuko Love, de 64 años, también de Newtown, y Susan Barnhart, de 53 años y residente de Titusville, Nueva Jersey, informó la forense del condado Bucks, Meredith Buck.
Los comisionados del condado firmaron una declaratoria de emergencia en respuesta a las inundaciones.
Otras partes del noreste comenzaron a secarse el lunes después de que las fuertes lluvias del fin de semana causaron inundaciones repentinas en partes de Nueva Hampshire, Massachusetts, Connecticut, Nueva York y Nueva Jersey. El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, declaró un estado de emergencia el domingo.
La agencia de Vermont para el Manejo de Emergencias reportó que los equipos de rescate en aguas rápidas llevaron a cabo otros seis rescates durante la noche. La agencia también monitorea zonas en riesgo de deslaves.
*Con información de AP y AFP.