En Estados Unidos se ha generado indignación por un nuevo caso de discriminación y xenofobia en contra de miembros de la comunidad hispana y latina en ese país. En un video quedó evidenciado como una mujer, en el estado de Pensilvania, arremetió contra los trabajadores de un establecimiento de comida porque estos tenían un televisor sintonizado en un canal de habla hispana.
El establecimiento en cuestión, es una pizzería de la cual la mujer, de mediana edad, blanca y rubia, es cliente, y que además es de propiedad de migrantes latinos, quienes llevan ya varios años en ese país y cuya condición migratoria es legal, según medios locales.
En el video, difundido a través de las redes sociales, se ve el momento en que la mujer lanza una serie de cuestionamientos en contra de los empleados, en una clara muestra de xenofobia que además quedó grabada por uno de los trabajadores atacados. Este material audiovisual fue replicado por varios de los miembros de la comunidad, que han reposteado la denuncia pública.
La denuncia inicial posteada a través de la plataforma TikTok fue borrada, no obstante el video ha sido ampliamente replicado por otras cuentas en redes sociales.
Según refieren medios locales, el restaurante en cuestión se conoce como Amy’s Pizzeria and Italian Restaurant, el cual está ubicado en el suburbio de Hatboro, en la ciudad de Filadelfia.
En sus alegatos, la mujer advirtió que no iba a pagar por la comida que consumió porque no estaba dispuesta a entregar su dinero a ‘latinos’. En medio de la discusión, esta persona se expresó con feas palabras en contra de los empleados y el dueño del negocio.
Además, afirmó ser hija de un veterano de la Segunda Guerra Mundial que defendió su país, y que es gracias a personas como él que Estados Unidos es tan fuerte, y que se ha convertido en un lugar apetecido por los extranjeros, advirtiendo que los latinos son foráneos en su país.
Su inconformidad se produjo porque los dueños son latinos, así como los trabajadores, y por eso para ella el problema era que ellos realmente no sean americanos, y hasta cuestionó que tengan un televisor en un idioma que ‘no es el local’.
“Lo que tiene de malo es que no eres un tipo americano”, le advirtió la cliente al dueño del local, a tiempo que lo amenazó con sacarlo de la ciudad, y lo calificó de ‘mierda’.
“Devuélveme mi dinero. No le voy a dar mi dinero a un inmigrante ilegal”, expresó la mujer a tiempo que ella también empezaba a grabar al advertir un intento de intimidación en su contra.
En medio de la grabación difundida a través de las redes sociales, se puede escuchar también cómo algunos de los trabajadores del lugar le recriminan por el acto de racismo que estaba protagonizando y le advierten que será denunciada.
Debido a la acalorada discusión y al ataque de la mujer, al lugar arribaron miembros de la Policía local, quienes buscaron bajar el nivel de la confrontación, y posteriormente advirtieron que el caso de racismo será investigado con base en las grabaciones conocidas.
A su turno, al divulgar el video, los propietarios de la pizzería lamentaron el caso de discriminación, advirtiendo que nadie debería ser víctima de racismo, fueren los que fueren sus antepasados y recordando a su vez que “Estados Unidos es un país construido por inmigrantes”.
Dentro de la investigación, las autoridades también han pedido ayuda para identificar a la atacante; no obstante han advertido que muchas personas han entregado información fraudulenta, lo que ha ameritado un llamado a la seriedad y responsabilidad frente a esta clase de casos.
“Sugerimos encarecidamente a las personas que dejen de adjuntar nombres e identidades falsos o erróneos a este video, ya que la policía conoce la identidad de las personas involucradas”, afirmaron fuentes policiales en declaraciones recogidas por medios locales.
Los señalamientos en contra de la mujer incluso sugirieron un pronunciamiento por parte de la pizzería que, a través de sus redes sociales también ha llamado al respeto a favor de la mujer advirtiendo que si bien agradecen la solidaridad, no están de acuerdo con que el hecho se convierta en un factor que atice o incremente las relaciones de odio en una comunidad que necesita precisamente lo contrario.