Un bochornoso hecho ocurrido durante una ceremonia de grado en la Universidad LaGuardia Community College, en Nueva York, se ha viralizado a través de las redes sociales, mostrando un altercado entre una profesora de la institución y una de las graduandas, quienes, en medio del acto solemne, escalaron un altercado personal a los golpes, quedando ello grabado en un video que ahora despierta opiniones encontradas en la web.
El hecho, en el que se ve forcejear a las dos mujeres, ocurrió en un espacio abierto, en donde la joven, que se identifica a ella misma como Kadia Iman, forcejea con la maestra, de edad avanzada, para buscar quitarle el micrófono, y acto seguido aclara, en palabras emitidas por los altavoces, que decidió actuar al sentirse agredida por la maestra en medio de la ceremonia de graduación, advirtiendo que ella, y otras personas afrodescendientes, habían sido víctimas, en ese mismo espacio de tratos discriminatorios que, según ella, posiblemente están relacionados con racismo.
En medio de la evidente sorpresa de los asistentes, las mujeres, embestidas con la toga y birrete propias de la solemnidad de esa clase de actos de graduación, forcejearon para disputar el control de un micrófono, desde donde, cada uno de los estudiantes graduados, iba presentando su nombre, y otros datos sobre su paso por la universidad.
El hecho, según se puede apreciar en el video, se habría derivado de que la docente, al parecer había retirado de manera anticipada el micrófono a la joven, en un acto que fue percibido por ésta como ofensivo, y que atribuyó a su raza.
La joven se queja que, mientras que ella fue ‘censurada’, otras personas habían podido exponer con mayor tiempo y tranquilidad su nombre y perfil, en medio de una fecha muy importante para ellos. Medios internacionales que retoman la historia, advierten que quizá la joven se vio, instintivamente llamada a actuar, en medio de la excitación misma del acto, por lo que no calculó que sus acciones realmente empañaban el escenario, y que quizá su reclamo podría haberse expresado de otra forma.
“No quiero ser esa persona, pero no quiero dejarlo pasar”, acusó la joven protagonista de la riña, quien señala que, así como ella, otras personas de raza afro también habían sido objeto de una actitud similar por parte de la maestra el restarles tiempo con el micrófono, en lo que para ella es un claro hecho de discriminación.
Posteriormente, la mujer habría señalado a medios locales que su intención nunca fue empañar la fecha especial a nadie, pero sintió la necesidad también de que el hecho humillante no fuera pasado por alto, más aún si se tiene en cuenta que todas las personas allí tenían sus cuitas y desafíos propios en el camino de consecución de sus logros.
Tras lo ocurrido, la universidad escenario de la pelea también se pronunció para rechazar la actitud de la joven, advirtiendo que los profesores merecen respeto, según declaraciones entregadas por voceros institucionales al New York Post. La universidad señaló que el maltrato contra sus funcionarios “es inaceptable”, afirmando que pondrán en marcha una investigación para determinar también si las denuncias de la joven tenían o no cabida, afirmando que el hecho queda de experiencia para tener en cuenta en futuros grados.