Las imágenes de lo que se vive en Estados Unidos son impactantes. Parece una película de Hollywood que retrata los saqueos ad portas del fin del mundo. Pero las imágenes distan de ser fantasía y han sucedido en muchos lugares de ese país que hoy está azotado por una ola de delincuencia sin antecedentes.
Uno de los videos muestra un robo en una tienda de Nueva York. Allí un hombre llega a arrasarlo todo. Tiene una capucha azul, un jean, una camiseta. Lo primero que asalta es los estantes de cigarrillos. Los echa sin miramientos a una bolsa sobre una caneca enorme negra.
“Don’t do that (no hagas eso)”, se escucha que dice alguien que está detrás de la persona que graba. De repente, sale un operario de la tienda con un palo y agarra a golpes al ladrón. El trabajador de la tienda le pega sin piedad, mientras otra persona lo agarra para que no pueda escapar. La golpiza es tremenda.
La escena se ha vuelto cotidiana en ese país, en donde los robos son el pan de cada día. Pasta de dientes, chocolate, desodorante y detergente: estos productos cotidianos presentes en las góndolas de los comercios se encuentran cada vez más bajo llave ante el aumento de los hurtos menores y los robos organizados, que amenazan gravemente a algunos grupos económicos.
Walmart y Target, las cadenas de farmacias CVS y Walgreens, así como la empresa de artículos de bricolaje Home Depot y el vendedor de calzado Foot Locker, se encuentran entre las compañías que han expresado preocupación por la ola de robos, a veces seguidos de incidentes violentos.
“El crimen de las pandillas organizadas, y el robo en general, es un problema cada vez más grave que afecta a muchos minoristas”, dijo Lauren Hobart, directora ejecutiva de Dick’s Sporting Goods en una conversación telefónica.
El impacto de los robos en el inventario de la compañía fue “significativo” e incidió tanto en los resultados del segundo trimestre como en las expectativas para el resto del año, añadió.
Dick’s prevé que este año sus ganancias por acción sean de 11,33 y 12,13 dólares, contra entre 12,90 y 13,80 estimados anteriormente.
En este contexto, la merma representa la diferencia entre los volúmenes pedidos a los proveedores y el inventario real, que es menor debido a los robos y a los destrozos en los locales.
“En los primeros cinco meses del año, nuestras tiendas han visto un aumento del 120 % de los robos que involucran violencia o amenazas de violencia”, dijo Brian Cornell, director ejecutivo de Target.
“Nuestros equipos siguen experimentando una cantidad inaceptable de robos en tiendas y de delitos cometidos por pandillas”, señaló Cornell, mencionando una reducción de las ganancias en el segundo trimestre “muy por encima de lo que es sostenible a largo plazo”.
En 18 meses, las tasas de interés en Estados Unidos treparon de casi cero a 5,50 %, su nivel más alto en 22 años, para frenar una inflación que en junio de 2022 llegó a 9,1 %, un récord en cuatro décadas, lo que a una buena parte de los estadounidenses les dificulta llegar a fin de mes.
Según la última encuesta de la Federación Nacional de Minoristas (NRF), las pérdidas experimentadas por los minoristas alcanzaron 94.500 millones de dólares en 2021 (90.800 millones de dólares en 2020). La delincuencia organizada creció ese año un 26,5 %.
Cada vez más tiendas instalan cerraduras en los estantes y botones de pánico dispersos en los pasillos para que los accione el personal.
Los estantes desprotegidos suelen estar escasamente abastecidos, o incluso vacíos, para limitar las posibilidades de hurtos.
Las medidas no siempre son disuasorias. Un hombre, con capucha y mascarilla sanitaria, derritió con un soplete —frente a clientes y empleados— el plexiglás de un Walgreens en Queens, Nueva York. Luego llenó tranquilamente una gran bolsa, según un video publicado por varios medios.
Precisamente en Queens, vecinos firmaron una petición quejándose de la inseguridad en varias tiendas de la cadena CVS. Según varios medios, carteles colocados por la dirección de la empresa piden a su personal que no intervenga en caso de robo ni que contacte a la policía, por su seguridad.
Algunas compañías planean cerrar tiendas, como la cadena de supermercados Giant en Washington, “donde el robo y la violencia son elevados y empeoran”. “Es cada vez más difícil operar en estas condiciones”, afirmó un portavoz de la empresa.
Walgreens cerró cinco tiendas en San Francisco en 2021 por robos; y Walmart, cuatro en Chicago este año, oficialmente, por no ser rentables.
“La contracción ha aumentado este año. Ya lo había hecho el año pasado. Es desigual en todo el país”, señaló el director financiero de Walmart, John Rainey, a mediados de agosto.
“No queremos que siga creciendo, obviamente, porque podría provocar un aumento de los precios”, añadió.
Pero usuarios en línea han reportado más incidentes de “robos repentinos” en los que un grupo de delincuentes irrumpen en un local, toman en unos pocos minutos los artículos que están a su alcance y salen corriendo.
Un hecho de ese tipo se produjo el 12 de agosto en una cadena de tiendas Nordstrom, en Los Ángeles, donde unas 30 personas enmascaradas robaron artículos de lujo por valor de más de 300.000 dólares y rociaron al guardia de seguridad con spray para osos, según la Policía.
*Con información de AFP.