La trágica muerte de Lady Di está rodeada de misterios. La exesposa del Príncipe Carlos de Inglaterra y madre de los herederos de la corona falleció luego de que el vehículo se estrellará en el Puente del Alma de París, el 31 de agosto de 1997. Supuestamente el auto se chocó con sus cuatro ocupantes por el asedio de los periodistas, Diana de Gales, Dodi Al-Fayed, que era la pareja de la mujer de 36 años, y Henri Paul, el conductor que estaba en estado de ebriedad. El único sobreviviente fue Trevor Rees-Jones, escolta de Al-Fayed. Sin embargo, siempre hubo dudas sobre la causa de la muerte de quienes estaban en el vehículo. Por eso en 2004, siete años después, John Stevens, le pidió al médico Richard Sheperd que hiciera un exhaustivo estudio y determinará si el motivo era el accidente o había algo más detrás de lo sucedido. En un libro que saldrá a la venta el 18 de abril titulado Unnatural Causes (Causas no naturales), Sheperd da a conocer el resultado de su investigación que reafirma la idea de que la muerte de Lady Di y sus acompañantes se produjo por el choque. Le recomendamos: Carlos tampoco se quería casar con Lady Di: Las nuevas revelaciones sobre su tomentosa relación El estudio revela que Diana y Al-Fayed sufrieron heridas muy distintas tras el choque, a 95 kilómetros por hora. El hombre iba sentado detrás del conductor e impactó contra él generando heridas mortales. En el caso de la mujer pesaba menos por lo que no hubo tanta violencia cuando se golpeó hacía adelante. Sin embargo sí tuvo muy mala suerte según lo revelado por Sheperd. Lo primero que afirma el médico es que si la madre de los príncipes William y Harry hubiera usado el cinturón en el momento del incidente hubiera sobrevivido y sus lesiones no habrían sido fatales. "Si hubiera usado el cinturón de seguridad, y si hubiera sido puesta en una ambulancia inmediatamente después del accidente. Seguramente habría aparecido un par de días después en público con un ojo amoratado, con dificultades para respirar de alguna costilla fracturada o con un brazo en cabestrillo", explicó el médico. El otro descubrimiento de Sheperd fue que la herida que provocó la muerte fue muy pequeña pero se produjo en el peor lugar posible. "De hecho, solo se rompió unos pocos huesos y sufrió una herida pequeña en el pecho", relata. Puede leer: Carlos de Inglaterra o James Hewitt: las dudas sobre el verdadero padre del príncipe Harry "Esa herida suponía un pequeño rasguño en una vena de uno de sus pulmones", explica el médico que señala que cuando llegó la ambulancia Diana estaba "herida pero estable, especialmente porque era capaz de mantener la comunicación". Sin embargo, la herida fue muy singular según conto Sheperd en una entrevista en The Mirror. "Su lesión fue tan rara que en toda mi carrera creo que no he visto otra. La de Diana fue una lesión muy pequeña, pero en el lugar erróneo". "Anatómicamente, es algo que está escondido, en el centro del pecho. Las venas, que no tienen la misma presión que las arterias, sangran más lentamente; de hecho, tanto que cuesta identificar el problema. Y una vez identificado, es todavía más difícil de reparar", analizó Sheperd. Cuando la ambulancia llegó al lugar de la emergencia, los encargados de los primeros auxilios pensaron que el estado de Diana era estable pero no era así porque sufría una hemorragia interna. Le puede interesar: La sobrina de Lady Di que se robó todas las miradas en la boda real "La vena desgarrada sangraba lentamente e internamente en su pecho", fue la explicación del médico que concluye que el único culpable del accidente fue Neri Paul, que no tuvo tiempo de reaccionar por su estado de ebriedad.