En alguna entrevista de finales de los sesenta, Mick Jagger afirmó: “It’s stupid to think you can start a revolution with a record. I wish you could” (Es estúpido pensar que puedes comenzar una revolución con un disco. Ya quisiera). Aunque es probable que, dentro de su cinismo, Jagger estuviera en lo cierto, es innegable que la música popular viene ocupando un lugar central como reacción artística a los momentos de agitación política, al menos en el mundo occidental. Luego de la inusitada popularidad que ha tenido la música de Los Prisioneros en el contexto de las protestas del último mes en Chile y en otros países de América Latina, muchos comentaristas han llamado la atención sobre la importancia que han tenido ciertos himnos para incentivar la lucha ciudadana en los últimos cincuenta años.

Si “El baile de los que sobran” se ha revelado como una canción en plena vigencia para el convulso panorama político actual de América Latina, esto es en parte porque el universo del pop ha sabido siempre capturar la esencia de este tipo de transformaciones sociales, extendiendo su influencia a cualquier lugar en donde los medios masivos de comunicación hagan presencia. Sin ánimo exhaustivo, pues se quedan por fuera nombres tan relevantes como Fela Kuti, Silvio Rodríguez o Rage Against the Machine, proponemos una lista de 10 canciones emblemáticas que se han convertido en himnos de la protesta callejera.

El baile de los que sobran (1986)

Los Prisioneros

Incluida en el disco de 1986 Pateando piedras, esta canción es una muestra de la síntesis entre sonidos new wave y líricas comprometidas que definió este periodo de la carrera de Los Prisioneros. Utilizando samples, cajas de ritmos y sintetizadores, esta agrupación dio un paso adelante en el contexto del rock latino y de paso produjo este tema que ha cobrado una vigencia indiscutible en las recientes protestas en Chile y Colombia. Parafraseada por políticos y líderes estudiantiles, la metáfora del baile de los que sobran resume, con una brillante economía de palabras, la esencia de la actual agitación política en América Latina.

The Revolution Will Not Be Televised (1970)

Gil Scott-Heron

Además de ser un tema precursor de toda la cultura hip hop, este clásico de Gil Scott-Heron se convirtió rápidamente en un himno de la resistencia negra en Estados Unidos, desde su vertiente más radical con las Panteras Negras hasta expresiones más pacíficas asociadas al Black Power. Sobre una base de percusiones y vientos, Scott-Heron se despacha en un extenso poema cantado que incorpora referencias tan disímiles como Richard Nixon, Johnny Cash, Steve McQueen, los comerciales de Coca-Cola y hasta la marca Xerox; todo para incitar a la protesta callejera que, contrario a los designios del título, está siendo televisada y compartida a través de miles de pequeñas pantallas.

Plástico (1978)

Rubén Blades & Willie Colón

Incluida en el que a su vez es un disco de reivindicación de la unidad de América Latina y su autodeterminación, el celebrado Siembra, esta canción es un retrato realista de muchos de los contrastes y contradicciones que han signado la historia de esta región del mundo: el clasismo, las desigualdades, la corrupción. Si bien Rubén Blades ha sido siempre un artista con un perfil político muy definido, esta canción y el álbum marcan uno de los momentos más altos en la trayectoria de este artista panameño: síntesis perfecta entre el ritmo y el sabor de la orquesta dirigida por Willie Colón y la profundidad y actualidad de las letras de Blades.

Revolution (1968)

The Beatles

Escrita por John Lennon durante las sesiones de grabación del álbum blanco, este tema fue inspirado por las protestas de la Rive Gauche parisina en el 68. A pesar de mostrar cierta simpatía por la agitación callejera, la invitación de Lennon a liberar la mente antes de arremeter en las calles es una de las ideas más profundas que plasmó en su extenso catálogo. Más allá de esta canción, The Beatles siempre fueron abanderados de esa liberación espiritual como condición previa para la acción política, tal y como lo revelan canciones como “Within You Without You” y “Tomorrow Never Knows”.

Mississippi Goddam (1964)

Nina Simone

A partir de 1964, las composiciones de Nina Simone empezaron a mostrar una actitud disidente, de profundo compromiso político, entendido más como una forma de autoconocimiento y de toma de conciencia frente al mundo. “Mississippi Goddam” marca este punto de inflexión en la carrera de la cantante, abriendo paso a otras canciones emblemáticas de su discografía como “Ain’t Got No, I Got Life” o “Four Women”. Interpretada con toda la rabia que le inspiró el asesinato de Medgar Evans en 1964 y el atentado a una iglesia Bautista en Alabama en 1963, ambos crímenes con motivaciones raciales, “Mississippi Goddam” es uno de los himnos más reconocidos del movimiento por los derechos civiles.

É Proibido Proibir (1968)

Caetano Veloso ft. Os Mutantes

Interpretada por primera vez en el marco del festival de Música Popular Brasileña (MPB) de 1968, esta canción fue uno de los detonantes para la explosión del movimiento tropicalista, uno de los fenómenos más innovadores y vanguardistas de la cultura en América Latina. Luego de su presentación en este festival, Veloso fue encarcelado junto a su amigo Gilberto Gil por un supuesto desafío a la dictadura que gobernaba en Brasil en ese momento. Uno de los rasgos distintivos de la toma de posición de Caetano Veloso, y del tropicalismo en general, fue la de superar el provincianismo binario de la izquierda tradicional, que veía en la cultura pop una amenaza imperialista. Al contrario, invitaban a digerir toda influencia extranjera de forma crítica, asumiendo la acción política como una acción también estética; para ellos, usar una guitarra eléctrica era una forma de protesta en una época en que algunos sectores de izquierda marcharon en contra de este instrumento.

The Times They Are a-Changin’ (1964)

Bob Dylan

Aunque Dylan siempre trató de desmarcarse de esa etiqueta de cantante del folk de protesta, esta canción y el álbum homónimo del 64 pueden verse como sus trabajos más deliberadamente políticos en el sentido tradicional del término. En este disco, previo a su etapa eléctrica, Dylan escribe sobre los temas que más le preocupaban por entonces: Vietnam, el racismo y el escalamiento de la agitación social, siempre desde un enfoque muy personal y poético, sin adscribirse a ningún colectivo o partido específico.

Street Fighting Man (1968)

The Rolling Stones

Conocida por ser la composición más política de los Stones, “Street Fighting Man” está inspirada por los acontecimientos de mayo del 68 en París y por las protestas contra Vietnam en Estados Unidos; un panorama agitado que sedujo a la dupla Jagger/Richards mucho más que la pasmosa tranquilidad de la bohemia londinense. “Well now what can a poor boy do except to sing for a rock & roll band?”, se pregunta Mick Jagger en una de las líneas más famosas del rock. Fue incluida en Beggars Banquet, el disco más profano y experimental de la banda, y de inmediato fue prohibida en Estados Unidos.

Fight The Power (1989)

Public Enemy

Escrita inicialmente para el soundtrack de la película Do the Right Thing (1989), de Spike Lee, esta canción está repleta de referencias a la historia del movimiento por los derechos civiles, el racismo en la industria del entretenimiento y, por supuesto, la protesta callejera. Estructurada sobre la base de más de veinte samples de canciones distintas, especialmente de James Brown, esta canción desborda energía y es una actualización de lo que ya habían hecho los Isley Brothers con el mismo tema central. En un pasaje de la canción, Chuck D. rapea: “Our freedom of speech is freedom or death/ We got to fight the powers that be”. La impresionante actualidad de estas líneas es apenas un indicio del profundo impacto que esta grabación tuvo sobre la vertiente más política del rap, desde Kendrick Lamar hasta Tupac.

Police & Thieves (1976)

Junior Murvin

Más allá de Bob Marley, la música jamaiquina ha sido en sí misma un acto permanente de resistencia: estudios artesanales, uso extendido del sampling, sellos independientes, músicos muy militantes. En 1976, Junior Murvin, vestido con uniforme militar y lentes oscuros, le pide a Lee ‘Scratch’ Perry, el productor más innovador de la isla, que le ayude con la grabación de su tema “Police & Thieves”, una escueta pero contundente radiografía de la vida en las calles de Kingston, sitiada por la violencia política, la represión estatal y la guerra de pandillas. El resultado, un single éxito de ventas que luego se convierte en la música de fondo para los disturbios que cerraron el Notting Hill Carnival de Londres en 1976. El tema fue versionado por The Clash un año después y fue influencia para The Specials, Madness y toda la movida Two Tone.

* Profesor de la cátedra de Música y cultura de masas, realizador en Uninorte FM Estéreo 103,1 y coordinador del taller Lado E en la Universidad del Norte (Barranquilla).