Tal parece que no les es suficiente hacer giras por el mundo, protagonizar grandes festivales, acumular cientos de miles de reproducciones en streaming y dominar las pistas de baile. Los músicos que componen, crean y hacen reggaetón, quieren más, quieren los premios, o al menos las nominaciones. Les representan ‘respeto‘ al movimiento, aseguran.
Cuando se anunciaron las nominaciones al Latin Grammy 2019, esto sucedió. En su cuenta de Instagram, Maluma expresó "Una desilusión bien cabrona no tener siquiera una nominación a los @latingrammys, tanto esfuerzo, el mejor disco que he hecho en mi VIDA", escribió. "Los juntes (dúos) con los que siempre soñé, @madonna cantando en español...".
"Definitivamente se queda uno confundido y sin saber qué pensar. Lo único que me queda claro es que el premio más grande es ver conciertos a reventar y un público que te quiere". Maluma dice que lo tiene claro, pero su queja expresa lo contrario.
Lejos de estar solo, a esta indignación se unieron más pesos pesados como J Balvin, cuya figura ha aparecido en vallas gigantescas en Times Square en Nueva York y en Hollywood & Highland de Los Ángeles. Este publicó el ‘llamado a la acción‘ del género:
Los artistas son humanos y los humanos enfrentan la frustración de diferentes maneras. Eso es respetable. Sin embargo, estas reacciones que bordean el boicot, que exigen respeto por ‘el movimiento‘, dejan en entredicho el respeto de dicho movimiento con otros géneros que sí fueron nominados, muchos por primera vez.
A su manera, sensata pero franca, el músico Juancho Valencia, de Puerto Candelaria, grabó un video en el que ofrece su perspectiva. Dice así.