Hasta la raíz, un material visceral, profundo y muy personal, es el producto final de los dos últimos años de trabajo de la artista mexicana Natalia Lafourcade. La cantautora, quien con este disco completa siete álbumes, ha logrado ocupar el primer lugar en plataformas como iTunes, Deezer, y Spotify. Sus canciones Hasta la raíz y Nunca es suficiente, ya hacen parte de las nuevas favoritas de Youtube, con 6.222.744 y 10.302.845 reproducciones cada una. En octubre de este año, la reconocida artista llegará a la capital del país para presentar su más reciente disco. En una entrevista con Arcadia, reveló algunas de las historias que hay detrás de sus canciones y lo que significó para ella este proceso autobiográfico. Revista Arcadia: ¿Qué significado tiene para su vida Hasta la raíz? Natalia Lafourcade: Es un disco autobiográfico, que habla de amor y de desamor, de conectar con uno mismo, de despedirse de un ciclo. De perdonar y sanar. Eso es todo lo que significa para mí. R.A.: Ha dicho en diferentes ocasiones que este álbum se diferencia de sus otros discos porque es muy transparente y sincero ¿Cómo fue llegar a ese punto de desnudez? ¿fue difícil ese proceso? N.L.: Yo nunca lo había hecho, no se había dado el momento. Antes de comenzar a componer las canciones de Hasta la raíz sabía que quería hacer algo más mío, algo que me regresara a la parte de ser compositora y de reconectar conmigo. En ese momento lo que hice fue empezar a componer y componer, hasta que eventualmente, tuve una cantidad de canciones. Luego pude ver que todas estaban llegando de una manera muy personal y sincera. Que representaban episodios de mi vida. R.A.: ¿Tiene algún ritual para escribir? N.L.: Ninguno en especial, cuando quiero escribir simplemente chequeo mi mente. En el caso de Hasta la raíz, venía viajando mucho. Cuando empecé a escribir estaba de tour tocando la música de Agustín Lara y en los momentos libres que encontraba, componía y escribía cualquier idea. La tomaba y la contemplaba. Había momentos en los que tenía mucha inspiración y otros que no, pero estaba constantemente en la búsqueda de canciones. Creo que eso es lo que hace que finalmente salga algo muy bueno: ¿Qué tanto puedes aguantar los malos momentos de inspiración? Porque los momentos de sub-inspiración ya sabes, vienen, y se te sube una canción de un momento a otro a la cabeza, pero son solo quince minutos súper contados, muy difíciles, no sucede mucho. No es como que te tomas una botella de vino a la luz de la vela, con una libreta hermosa y haces una súper canción. En mi caso, tengo siempre pedacitos de canciones anotados en servilletas, en papeles, en lo primero que me encuentre en el camino, porque a veces pasa así, las canciones llegan de esa manera.
R.A.: ¿Cuántas canciones escribió en ese proceso? N.L.: La meta la tenía súper alta. Quería hacer 30 canciones para seleccionar solo 10. Al final, termine haciendo solo 25 o 26. Es decir, no superé las 30 que quería. Lo que si me pasó es que cuando escuché Hasta la raíz, una de las últimas canciones que hice con Leonel García, supe de lejos que ya estaba lista para grabar el disco. No necesitaba componer más. R.A.: ¿Por qué cree que tuvo esa sensación con, Hasta la raíz? N.L.: Todo lo que quería decir estaba perfectamente encerrado en esas letras. Esta canción se convirtió en la mamá de todas las demás. Básicamente cerró un ciclo de tres años. Es lo que soy yo ahora, y esos son mis pensamientos. Por eso cuando la escuché, no busqué mucho más. R.A.: ¿Cuál fue la canción que más le costó escribir? ¿Por qué? N.L.: Hay una canción del disco que se llama Estoy lista, esa canción la fui escribiendo a lo largo de un año. De primera se me ocurrió la letra, pero después, se quedó ahí por mucho tiempo. No sabía bien qué hacer con ella. La botaba muchas veces porque no me identificaba tanto con lo que decía. Así fueron pasando los meses y poco a poco le fui agregando versos. En un viaje que hice a Chile, terminé la canción. Se la enseñé a 'Cachorro López', un compositor argentino, y él me hizo quitar un montón de versos. Me hizo resumir lo que quería decir. Ahí finalmente terminé la canción y quedó como es ahora. Ahora veo que fue muy significativa porque habla de estar lista para cerrar una historia y comenzar un nuevo viaje a pesar de la incertidumbre. Para mí, lograr escribir esa canción supuso estar dispuesta a comenzar otro ciclo como artista y persona, por eso fue tan difícil. R.A.: Mientras escribía el disco estuvo en distintos países, uno de ellos fue Colombia, ¿Algo la inspiró de acá o escribió alguna canción estando en el país? N.L.: A decir verdad, yo compongo de una manera bastante caótica. Empiezo las canciones y luego, mucho tiempo después, las termino. Como te decía, compuse la mayoría de mi disco viajando, y se dio, que cuando estaba en Colombia, empecé a componer Vámonos negrito. Un día íbamos camino al hotel
con mi banda y en el trayecto del bus nos pusimos a cantar. De repente, empecé a tararearle algo de esa canción a mi trompetista, inspirándome en ese lenguaje tan bonito que tienen ustedes. Así de repente salió esta canción. En un momento llegó con toda su personalidad y me sobrecogió. Para mí las canciones son como personitas, hay algunas que llegan de una manera muy débil y que incluso no tienen personalidades definidas, pero hay otras que sí, que desde que llegan, dicen: con permiso ya llegué. Así fue Vámonos negrito. Aunque la empecé en Colombia, meses después la terminé en Cuba. R.A.: Para finalizar, ¿Cuál diría qué es su canción favorita del disco? N.L.: Hasta la raíz es una de ellas, pero hay varias como Palomas blancas, No más llorar, Vámonos negrito y Estoy lista. Yo creo que esas son las canciones más profundas y reflejan mucho lo que soy y mi fuerza interior. Eso que me ha hecho seguir adelante a pesar de que me he equivocado. Esa fuerza que me hace estar parada con mis deseos, mis sueños y mi música. Pero si me pones a escoger una sola, Hasta la raíz fue definitivamente la canción que me hizo decir, ¡wow!, ya no tengo más para decir, ya lo puse todo.