Por los colores que ofrece, por la manera en la que se mantiene jazz pero descubre sus variadas influencias, Blume, primer disco del conjunto Nérija, es un álbum obligado en 2019. De la primera pista a la última, riega una dinámica actual y emocional que integra cadencias que van de lo entretenido a lo melancólico. El tono común al trabajo discográfico, si se puede hablar de uno, sería el de una tristeza asumida con gracia, propuesta y juego. Y así, actual, asombra y enamora. Como dicta un canon del género, sus siete integrantes (seis mujeres y un hombre) suenan como una rotunda unidad, pero también se rotan los momentos para brillar. Nubya García (saxofón tenor), Sheila Maurice-Grey (trompeta), Cassie Kinoshi (saxofón alto), Rosie Turton (trombón), Shirley Tetteh (guitarra), Lizy Exell (batería) y, Rio Kai (contrabajo), el único hombre del conjunto, despliegan ritmos base cautivantes, que solo elevan con maravillosos solos que evocan rock, evocan afrobeat, evocan soul, y más.  ARCADIA habló con Rosie Turton, trombonista del conjunto. Esto compartió. Me impresionó Blume entero, vivido como una experiencia de comienzo a fin, pero quisiera indagar primero sobre usted y su relación con el trombón, ¿como sucedió? En este punto es difícil recordar por qué lo escogí. Empecé muy joven a tocar violín y me interesaron muchos otros instrumentos. De hecho, mis intereses cambiaban semana a semana, un hecho que volvía locos a mis padres. Sé que en el colegio había un trombón y un profesor de trombón. Lo intenté y sentí una conexión con el instrumento, sentí que me permitía expresarme musicalmente. “Somos una de las bandas desconocidas más populares del mundo”, Violent Femmes En el jazz otros instrumentos reciben mucha más prensa que el trombón, ¿nos puede compartir sus héroes del instrumento? El trombón nunca ha sido ese instrumento que se pone en el centro, y eso me parece notable pues exige una postura distinta al no ser tan constante en su presencia como un saxofón o una trompeta. He tomado inspiración de Peter Zummo, un trombonista americano que ha hecho mucho por experimentar y explicar en muchos sentidos los sonidos. Sobre Nérija, ¿cómo se conocieron? La mayoría nos encontramos en sesiones que organizaba un colectivo que apoya a jóvenes músicos de jazz, con énfasis en apoyar a mujeres y minorías étnicas. Ese colectivo le da a mucha gente oportunidades que quizás no hubiera tenido de otra forma. Y otros también pasamos por el Trinity College of Music. Disfrutamos mucho tocar juntos, y compusimos canciones. Decidimos armar una banda, y en un comienzo fue solo de mujeres, pero desde hace dos años tenemos a Rio en el contrabajo. Llevamos unos 5, 6 años estamos en esto.  Acá, un registro en vivo de The Fisherman, compuesta antes de su reciente lanzamiento.

¿Qué grado de espontaneidad se permiten?  Este disco, Blume, nació de la banda componiendo música junta y viendo qué sucedía. Cada semana arrancábamos un jam partiendo de lo que llevábamos al estudio. Algunos llegaban con ideas muy construidas, otros con temas más abiertos. Y sí, hubo lugar a mucha espontaneidad, lo vivimos como un ejercicio muy abierto a las opiniones de todos. Todos sumamos mucho. ¿Tiene canción favorita del disco? Cada canción tiene su propia personalidad, carácter, sabor único. Pero quiero que la gente escuche  Last Straw, es muy diferente a lo que hay allá afuera, desde las armonías. Es una pieza muy intensa, y me intriga ver la reacción de la gente a este sonido. Háblenos de su composición, Unbound...  Llevé una idea, una estructura y unas ideas vagas de melodías ... pero siento que es una canción de todos. Por lo que aportamos, tomó forma, y Shelly sumó una batería genial, y Shirley su guitarra...  Emotionally Unavailable, mi favorita, ¿cómo la recuerda? Esa canción está llena de energía intensa. Cassie la escribió, toda, o casi toda. Amo que cuando la tocamos nos conectamos con lo que Kathy estaba sintiendo, logramos retratar esas emociones. Y se siente claro cuando entra con su solo de saxo y derrocha pasión. Blume, un trabajo excepcional.

FEWS, el rave rockero que vibra sobre hielo a 200 kph habla con ARCADIA En 1959 tuvo lugar una explosión con discos esenciales de Miles Davis, Dave Brubeck, Charles Mingus y Ornette Coleman. ¿Algo une esa explosión con su propio lanzamiento en 2019? Según lo veo, en esa época y ahora, el jazz es emocional y social, un espacio para que la gente conecte. Kind of Blue, por ejemplo, fue un disco cuya música contribuyó mucho socialmente desde la cohesión. Hoy, creo que jóvenes y viejos encuentran en esta música un gozo de apreciación de jazz, de baile, pero también algo relevante, un sentido de comunidad. Usted lanzó un EP, Rosie’s 5ive, con una fuerte influencia de la India, ¿por qué? He viajado a India unas cuantas veces. Esa especie de fijación empezó con mi amor por la música clásica india, la relación que tiene con el jazz y la influencia que intérpretes como Alice Coltrane, Don Cherry, John Coltrane tomaron de esa música. Me ha inspirado mucho como música. Decidí entonces ir a explorar, estudiar con músicos de allá, ser testigo y vivir la experiencia. Algunas de las composiciones me vinieron allá, o fueron inspiradas por esa exploración, pero no traté de hacer un disco sobre ello. Sucedió de forma orgánica, lo cual me gusta. Ahora, qué recomendaría usted de la escena de jazz... pasado y presente... Es buena esa pregunta. Ahora, hay un músico nakaya mcadam, un baterista y productor americano, que están llevando al jazz a otros lugares, muy interesantes y emocionante que mezclan la experiencia en vivo con la producción.  Del pasado, difícil escoger uno...Horace Tapscott, un pianista no tan conocido que hizo música muy interesante y es interesante de explorar. ¿Cuál ha sido el mejor concierto en su vida? Creo que fue el concierto del colectivo Steam Down, ¡es una experiencia verlos tocar! Steam Down, impresionaron a Rosie Turton en vivo, quizás lo impresionan a usted.

¿Y el mejor concierto que vivió con Nérija? Fue hace unos 3, 4 años en un festival en Gran Bretaña. Era tarde y la banda que nos precedía era electrónica, muy buena. Nos preguntamos como íbamos a hacer para seguir ese acto… Y como teníamos que igual salir y hacerlo, eso hicimos. Fue una experiencia que nos cambió, hicimos bailar mucho a la gente.

Nérija: Rio Kai (contrabajo), Sheila Maurice-Grey (trompeta), Nubya García (saxofón tenor), Cassie Kinoshi (saxofón alto), Shirley Tetteh (guitarra), Rosie Turton (trombón) y Lizy Exell (batería). Foto: Clare Shilland