Luis Alberto Spinetta no necesita presentación. Puede presumir de haberle dado una identidad con todas las de la ley al rock argentino junto a Charly García, por un lado, y de forjar un estilo propio donde la poesía y la instrumentación van de la mano sin importar el género musical en el que decidiera incursionar con los distintos grupos de los que hizo parte, por el otro. ‘Almendra’: la génesis del rock en español A 70 años de su nacimiento en el Bajo Belgrano de Buenos Aires y coincidiendo con el Día Nacional del Músico que se viene celebrando en Argentina desde 2014 como un tributo a su memoria, se publica Ya No Mires Atrás, el primer material póstumo propiamente dicho del autor de “Muchacha Ojos De Papel” como lo anticipó el capítulo que el año pasado le dedicó a su vida y trayectoria National Geographic en su serie BIOS. Vidas que marcaron la tuya. Hace unos años, en 2015, se publicó el álbum Los Amigo, grabado en 2011, pensado para un nuevo proyecto de Spinetta “en banda” que llevaría dicho nombre y que incluía en la formación a su viejo compañero de batalla en Almendra, el baterista Rodolfo García. Por lo anterior, este nuevo lanzamiento es el segundo con material suyo desde su muerte el 8 de febrero de 2012.  Ya No Mires Atrás consta de siete canciones, la mayoría grabadas por el Flaco entre 2008 y 2009 con la formación que lo venía acompañando en sus trabajos como solista, tras concluir las grabaciones de su decimoquinto álbum en dicha faceta, Un Mañana (2008). Las mismas quedaron inconclusas cuando el músico se embarcó en el ambicioso proyecto del concierto Spinetta y Las Bandas Eternas de 2010 celebrado en el Estadio José Amalfitani de Buenos Aires, donde reunió a la mayoría de los grupos en los cuales participó durante toda su carrera. Según reveló su hija Catarina al diario La Nación de Argentina, encontró cinco de estos temas a pocos días de la muerte de Luis por pura casualidad en una memoria USB, y al ver que tenía una carpeta con música inédita se llevó una gran sorpresa al notar que se trataba de todo un álbum de su papá que había quedado sin terminar. Fue gracias al productor Mariano López y el tecladista de Spinetta desde 1990, Claudio Cardone, que dicho material cobró forma definitiva. En el dispositivo también se encontraba la portada de ese material, el dibujo de un robot realizado por el mismo cantante. Gustavo Cerati, dos décadas del álbum ‘Bocanada’ Material donde, por cierto, se reafirma el tono más relajado y soñador presente en las composiciones de Spinetta durante sus grabaciones del nuevo milenio, así como esa sensibilidad en las letras tan propia del Flaco. Al principio apuesta por algo sencillo y directo en “Veinte Ciudades” y “Ya No Mires Atrás” que da título al disco. En ambas la guitarra de Luis es dominante, pero en ambos casos son los teclados de Cardone los que resultan decisivos para marcar el ambiente gentil que se busca transmitir. 

“Agua Del Río” es más elaborada y coquetea por momentos con el jazz, funcionando como la transición para “Nueva Luna, Mundo Arjo”, de seis minutos de duración y aún más inspirada en el jazz. Esta tiene una historia particular entre los fans del Flaco, pues de forma similar a lo que ocurrió con Radiohead y “True Love Waits” en su momento, esta data de sus años incursionando en el jazz con Spinetta Jade. Fue interpretada en vivo varias veces pero nunca tuvo una versión de estudio hasta hoy. Como contrapartida, en “Merecer” vuelven los rasgueos mordidos de la guitarra de Spinetta, ahora con una notable inspiración funk a los que se suma la participación de sus hijos Dante y Valentino Spinetta rapeando.  Para completar la duración del disco se eligieron dos temas adicionales que fueron compuestos originalmente por Spinetta para Grace Cosceri, su coach vocal durante nueve años y cantante que participó en el álbum tributo Raíz Spinetta Versiones Folklóricas (2014) con una versión de “Asilo En Tu Corazón”. Las elegidas fueron “Luces y Sombras”, donde retoma algo del rumbo jazz pero en un formato de canción más tradicional, y “Diadema” que destaca por su sencillez puesto que tan solo escuchamos la voz de Spinetta junto a una percusión sencilla y un teclado de fondo. En definitiva es un trabajo que hace justicia al legado y el recuerdo de su creador. La búsqueda de un mundo mejor, más fraterno y pacífico, como una constante en sus letras sigue presente, así como el equilibrio entre sencillez y complejidad, melodía y ritmo en los instrumentos. Mejor forma de celebrar su 70 natalicio y el Día del Músico, imposible. Aquí, el disco completo