A pesar de la reducción en la cosecha cafetera, que para este primer semestre de 2023 se estima en el 15 por ciento, en el departamento del Quindío anuncian que en las fincas de la región se necesitarán cerca de 7.900 recolectores para esta primera cosecha del año que empieza el próximo mes de marzo.

De acuerdo con José Martín Vásquez Arenas, quien es el director ejecutivo del Comité de Cafeteros del Quindío, esta disminución productiva está asociada principalmente a la prolongación de las lluvias en la región durante los últimos dos años, que en muchos casos se dieron con gran intensidad.

Colombia es uno de los principales exportadores de café del mundo, por detrás de Brasil y Vietnam. | Foto: Cortesía: Biohexa

Precisó que esta primera época de cosecha tendrá su inicio en marzo y se mantendrá por dos meses hasta mayo, por lo que esperan un buen número de personas laborando en las haciendas para aprovechar esta oportunidad de empleo en la recolección del grano, a pesar de que la floración no fue muy buena.

Justamente la mejoría en las condiciones climáticas durante las últimas semanas, hacen que sea posible pensar en una buena cosecha para el segundo semestre de este año con más hectáreas sembradas y una floración óptima para el desarrollo del café.

Los municipios del Quindío en los que se esperan mejores cifras de producción y oportunidades laborales en la recolección son los de la Subregión Cordillerana; es decir Génova, Pijao, Córdoba, Calarcá y Salento, además de algunas áreas de Filandia y Circasia. Para estos primeros seis meses de 2023 en el departamento del Quindío se tiene como meta la recolección de 120.000 sacos de café tipo pergamino seco.

Teniendo en cuenta la agilidad de las personas que trabajan como recolectores sus ingresos pueden ser de 300.000 a 500.000 pesos cada mes, lo cual se convierte en una oportunidad laboral extraordinaria para los habitantes de la región y en un importante dinamizador de la economía para las diferentes poblaciones productoras.

Esta primera época de cosecha tendrá su inicio en marzo y se mantendrá por dos meses hasta mayo | Foto: Magda Jimena Ríos Bedoya

Las estadísticas que se manejan desde el Comité de Cafeteros del Quindío señalan que el 60 por ciento de las fincas están certificadas, lo cual se traduce en que les brindan alojamiento y alimentación a sus trabajadores.

Sin embargo, muchas personas que viven en lugares cercanos a las haciendas están optando por llevar su comida para ahorrarse el dinero que deben abonar por ese concepto. En este momento la entidad adelanta planes especiales de mitigación para contrarrestar los efectos de la variación climática, con la realización de programas de reforestación con la comunidad y labores pedagógicas para el cuidado de las bocatomas y las cuencas.

Se calcula que en el Quindío existen 2.000 hectáreas de reservas forestales, y por eso desde el Comité Departamental de Cafeteros se hace un esfuerzo para llevar a cabo la reforestación de 50 hectáreas cada año, gracias a la cooperación de la Corporación Quindío Competitivo y la Empresa de Energía del Quindío, (EDEQ).

La Federación Nacional de Cafeteros indica que Colombia sigue siendo el mayor productor mundial de grano en la variedad arábigo suave lavado, alcanzando una cifra promedio de 868.000 sacos en diciembre de 2022 y enero de este año. Sin embargo, en los últimos 12 meses las exportaciones mostraron una disminución del 12 por ciento, lo que significa pasar de 12,4 a 11,2 millones de sacos de 60 kilogramos.

Los municipios del Quindío en los que se esperan mejores cifras de producción y oportunidades laborales en la recolección son Génova, Pijao, Córdoba, Calarcá y Salento, además de algunas áreas de Filandia y Circasia | Foto: Magda Jimena Ríos Bedoya

Para el periodo comprendido entre octubre 2022 y enero de 2023 la producción en el país llegó a los 3,8 millones de sacos, mientras que en la medición anterior había alcanzado los 4,4 millones; es decir una reducción del 14 por ciento. Por ahora los productores manejan cierto optimismo debido a la mejora en las condiciones climáticas después de las dificultades que ocasionó el Fenómeno de La Niña, lo que favorecerá el ciclo de floración y formación de los frutos.