Un hecho de intolerancia se registró en la ciudad de Armenia, donde dos motociclistas dedicados al transporte informal, o motorratones como popularmente se les conoce, se enfrentaron al parecer por un pasajero.
El incidente se registró en pleno centro de la capital quindiana, exactamente en la carrera 18 con calle 18, cuando uno de los implicados en medio de la disputa decidió prenderle fuego al vehículo de su oponente.
Desde la Secretaría de Tránsito y Transporte de Armenia se ha aclarado que en ese sector no se estaba adelantando ningún operativo en el momento, sino que este hecho aislado se debió a un altercado entre particulares.
Por ahora, las autoridades analizan los las cámaras de vídeo del sector para reunir el material probatorio suficiente, con el cual la Fiscalía General de la Nación pueda dar inicio a la judicialización del responsable de este acto.
El mototaxismo en Colombia es un fenómeno que se inició hace varios años en regiones como la Costa Atlántica, como alternativa para la movilización de las personas a sus lugares de trabajo o estudio; así como a sus hogares tras la finalización de las jornadas académica o laboral.
Igualmente, esta práctica se fue convirtiendo en una gran oportunidad laboral a pesar de sus matices de informalidad, en la que es conocida popularmente en el país como economía del rebusque.
Actualmente, el mototaxismo es un problema de orden social y económico, en el que difícilmente se puede controlar este flujo irregular de pasajeros, porque además de convertirse en una fuente de trabajo, le permite a muchos ciudadanos desplazarse de manera rápida y sin necesidad de gastar grandes cantidades de dinero.
Sin embargo, hay varios riesgos que tal vez no son tomados en cuenta por quienes se valen de los servicios de los denominados motorratones, ya que un alto porcentaje de estos circula en sus vehículos sin revisión técnicomecánica o SOAT; mientras que algunos ni siquiera tienen el carnet de conducir.
Esto eleva de forma considerable el peligro de sufrir un accidente de tránsito con consecuencias fatales, sobre el cual difícilmente se podría realizar algún tipo de reclamación por la ilegalidad propia del servicio de transporte y la carencia de documentación del automotor.
Durante los primeros tres meses de este año se reportaron 1.899 víctimas en las carreteras colombianas, de acuerdo con las cifras que maneja el Observatorio Nacional de Seguridad Vial.
Sobre este particular, la Federación de Aseguradores Colombianos, (Fasecolda), indica que en el territorio nacional se tienen en este momento más de 1,2 millones de motocicletas que están debidamente aseguradas.
El presidente de la entidad, Gustavo Morales Cobo, dijo que estas cifras positivas son impulsadas por los incentivos que otorgó el Gobierno Nacional a través del Decreto 2497 de 2022, en el cual se contemplan reducciones en el valor del seguro obligatorio.
“El Gobierno Nacional ha hecho importantes esfuerzos para que los motociclistas puedan estar amparados por este seguro, sin embargo, no han atendido como se esperaba esta gran oportunidad. A pesar de que la ADRES los va a atender en caso de que no tengan SOAT, es importante tener en cuenta que esta entidad le puede recobrar al usuario el dinero causado por las atenciones médicas a las que hubo lugar; es mejor asegurarse”, manifestó.
De igual manera, explicó que han aumentado las reclamaciones por accidentes, que pasaron de los $429.000 millones a los $624.000 millones, lo que significa el 46 % más en comparación con el primer trimestre de 2022.
Los conductores que sean sorprendidos en Colombia sin tener vigente el Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito, (SOAT), se exponen a una multa de 30 salarios mínimos diarios legales vigentes, es decir $1.160.000 pesos, además de la inmovilización del automotor.