Hay gran preocupación entre las autoridades de la ciudad de Armenia por el reciente hecho de intoxicación masiva, tras el consumo de medicamentos de uso controlado al interior de un colegio oficial.
Esta lamentable situación se vivió en la Institución Educativa Teresita Montes, sede Juan Pablo I, donde 9 menores con edades entre los 13 y los 14 años que cursan el grado octavo resultaron afectados por ingerir Clonazepam.
Al parecer, todo empezó cuando el lunes 4 de septiembre una joven llevó la sustancia al plantel y se la entregó a uno de sus compañeros, quien se desmayó después de consumirla. Otros ocho estudiantes que tomaron el fármaco empezaron a experimentar síntomas de descompensación, por lo que fue necesario coordinar su traslado a un centro asistencial de la capital quindiana.
La investigación del caso fue adelantada por la Policía de Infancia y Adolescencia que presentó a la menor ante un juez especializado, quien determinó su ingreso en un centro de internamiento preventivo por el presunto delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
Se recomienda a los jóvenes tener especial cuidado con los fármacos como el Clonazepam, ya que su uso solo se puede hacer bajo la supervisión de un profesional médico y jamás se debe mezclar con alcohol, sustancias alucinógenas o bebidas energizantes, debido a la posibilidad de que surjan efectos secundarios que pongan en riesgo su vida.
Desde el punto de vista terapéutico, el Clonazepam se utiliza para el control de algunas convulsiones, aunque es necesario que se combine de manera adecuada con otros medicamentos.
También es empleado para aliviar los ataques de pánico por miedo o preocupación. Su acción, al igual que otros fármacos pertenecientes al grupo de las benzodiacepinas, reduce la actividad eléctrica anormal del cerebro.
Cuando se consume el Clonazepam sin prescripción médica, puede generar somnolencia profunda e incluso un estado de coma que interrumpe la respiración y posteriormente ocasiona el fallecimiento de la persona.
Precisamente, hace pocos días las autoridades en el departamento del Quindío lograron desmantelar una organización delincuencial conocida como Arcángel, la cual presuntamente se dedicaba a la comercialización de estupefacientes en las zonas urbana y rural de Armenia, además de otros municipios cercanos.
De acuerdo con el director seccional de la Fiscalía General de la Nación en el Quindío, Leonardo Fabio Vergara Bahamón, a esta estructura delincuencial se le estaba siguiendo la pista desde hace más de un año en un trabajo articulado con la Seccional de Investigación Criminal (Sijin).
Explicó que esta banda se ponía en contacto con sus clientes a través de las diferentes redes sociales; para después fijar citas en parques, vía pública o establecimientos comerciales para la entrega de los alucinógenos.
También señaló que aprovechaban la realización de fiestas electrónicas y otros eventos en varias poblaciones, en las cuales traficaban grandes cantidades de dosis de marihuana, LCD, cocaína, 2CB y éxtasis, entre otras drogas.
Durante las diligencias de registro y allanamiento fue posible la incautación de sustancias estupefacientes, teléfonos celulares y un vehículo que era solicitado por un juzgado de la ciudad de Barranquilla, ya que le figuraba reporte por hurto en hechos ocurridos el pasado mes de abril.
La Fiscalía indicó que las cuatro personas capturadas en esta operación por su presunta pertenencia a la organización delincuencial Arcángel, fueron identificadas como Henry Jovan Ríos Rengifo, Daniel Maya Giraldo, José Sebastián Suárez Suárez y Yonni Alexander Hernández Barragán.
A pesar de que ninguno de ellos aceptó los cargos que les fueron imputados, un juez determinó que debían ingresar a un establecimiento penitenciario por los delitos de receptación, concierto para delinquir, y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, todos agravados.