El 4 de julio de 1991, después de cinco meses de extenso trabajo, los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente proclamaron la nueva carta política. El Gobierno del presidente César Gaviria pactó esa fecha para adelantar la ceremonia y presentar el resultado del trabajo de los 70 representantes de asamblea.
El presidente Gaviria, el ministro Humberto de la Calle y los presidentes de la Asamblea, Álvaro Gómez Hurtado, Horacio Serpa Uribe y Antonio Navarro Wolff firmaron el documento, pero eran hojas en blanco porque no había tinta ese día para la impresión y el computador donde guardó toda la información, también tuvo problemas.
Hace 30 años, en 1991, el expresidente César Gaviria andaba con una carpeta debajo del brazo con más de 100 escritos, en donde detallaba los cambios que se necesitaban aplicar a la Constitución Política de Colombia de 1986, que en ese entonces regía a Colombia.
“El camino para llegar a una constituyente fue tortuoso. La constitución de 1886 era prácticamente intocable para la Corte Suprema de Justicia que era la que existía en la época y ante varios intentos de modificarla, siempre decía que no. Además, la crisis social, la falta de presupuesto económico acrecentaban las violencia rural, doméstica y en las grandes ciudades, era tal la pobreza que no había cómo mantener el aparato judicial militar de educación, Colombia era muy pobre”, sostiene el expresidente Gaviria.
El entonces presidente había escrito en compañía de Fernando Cepeda, entre otros, textos que incluían los derechos fundamentales para los individuos, la libertad de cultos, la libertad de expresión, el respeto a las diferencias sexuales, la creación de la tutela para favorecer a los ciudadanos, la creación de una Fiscalía General para fortalecer a la justicia y la creación de la Corte Constitucional.
“Necesitábamos aplicar una justicia fuerte, en la que los colombianos creyeran y la asumieran. Para nosotros lo fundamental era establecer los derechos fundamentales y el libre desarrollo de la personalidad en esa modificación a la constitución pero el congreso me la negó”, advierte Gaviria.
El desarrollo de la Asamblea Constituyente se dio en medio de la grave situación social y a esto, se sumó la ola de violencia desatada por el narcotráfico que mató a tres candidatos presidenciales, detonó más de 200 bombas y asesinó a cientos de colombianos causando terror. “Por eso y tras varios intentos, y escuchando el clamor de los jóvenes en el plebiscito, nos lanzamos a convocar la asamblea constituyente del 91 bajo la premisa de que debíamos construir una Colombia garante de derechos, con una justicia fuerte y que brindara oportunidades”.
La plenaria de la Asamblea decidió consagrar como mandato constitucional la prohibición de la extradición de nacionales a Estados Unidos. Aunque la determinación coadyuvó a la entrega de Pablo Escobar, mucho se cuestionó la posibilidad de que algunos constituyentes estuvieran “fletados” por el narcotráfico. “De eso jamás hubo una prueba, todo se quedó en cuentos que no se pudieron comprobar, si hubiese habido una prueba los mismos Estados Unidos nos habrían ayudado a conocerlo y desmantelarlo”, indica el expresidente Gaviria.
El expresidente asegura que la Constitución sirvió para fortalecer los derechos fundamentales, garantizar el desarrollo de la personalidad, las libertades religiosas y sexuales. Además, la creación de la tutela. “La tutela nace del clamor de los ciudadanos de justicia. Esa tutela garantiza que los colombianos en ocho días tengan repuesta sí o sí de sus requerimientos ante una autoridad que debe garantizarles que se le respeten sus derechos. Los derechos pasaron a ser más importantes que las mismas leyes y eso quedó consagrado en la Constitución del 91. Que los derechos fueran principales y no segundos fue la intención real al convocar y hacer la Constitución del 91”.
De la Constitución nacieron entidades como la Fiscalía General de la Nación, la Defensoría del Pueblo y la Corte Constitucional. Finalmente, esa carpeta debajo el brazo de Gaviria se convirtió, tras su convocatoria en el Gobierno, en la Constitución que hoy cumple 30 años. Gaviria guarda esos documentos celosamente entre sus memorias que pronto publicará en un libro.