La relación entre Íngrid Betancourt y Alejandro Gaviria pasa por su peor momento y puso en entredicho la unión en la coalición Centro Esperanza. La colombo-francesa denunció que el exministro de Salud estaba recibiendo apoyos de partidos políticos tradicionales, entre ellos Cambio Radical y el Partido Liberal, incumpliendo con lo acordado en la convergencia de centroizquierda.
El senador Rodrigo Lara Restrepo defendió a Gaviria. En diálogo con SEMANA, dijo que al académico le tendieron una trampa en una coalición que está hecha a la medida de Sergio Fajardo.
SEMANA: ¿Qué análisis hace del enfrentamiento entre Íngrid Betancourt y Alejandro Gaviria?
Rodrigo Lara (R. L.): Lo que observo ahí es una especie de gavilla premeditada y concertada para censurar políticamente a un miembro de esa coalición bajo un disfraz moral, una combinación entre impotencia y prepotencia.
SEMANA: ¿Concertada por quién?
R. L.: Yo he visto una reacción en cadena por parte de algunos miembros de esta coalición en contra de Alejandro Gaviria. La verdad sea dicha, yo entiendo que esa coalición está diseñada para una sola persona: Sergio Fajardo; él se siente cómodo con Juan Manuel Galán porque sabe que no es competencia y pareciera que cualquier cosa que muestre herramientas ciertas y reales de competencia política, pues las censuran.
SEMANA: Si esa coalición está hecha a la medida de Fajardo, ¿Íngrid Betancourt qué papel desempeña ahí?
R. L.: No lo sé, pero lo que yo observó ahí básicamente es que se están tratando de implementar métodos lamentables para tratar de sacar del juego a un competidor.
SEMANA: ¿Usted qué cree que debe hacer Alejandro Gaviria?
R. L.: Yo considero que Alejandro Gaviria nunca debió renunciar al apoyo del Partido Liberal, pero pues de alguna manera, de muy buena fe, terminó cayendo en la trampa que le tendieron en la Centro Esperanza y hoy que reconstruye apoyos ciertos y reales con gente honrada y correcta, lo estigmatizan. No me corresponde a mí determinar qué debe hacer Alejandro Gaviria, solamente estoy constatando una acción concertada en su contra porque se le nota que está creciendo.
SEMANA: Hoy, con Íngrid, Robledo, Fajardo, Galán en contra, ¿no cree que Alejandro Gaviria deba irse?
R. L.: Yo siempre he señalado que aquí uno observa una coalición diseñada a la medida de Sergio Fajardo. Ellos aceptaron a Alejandro Gaviria, pero sin el Partido Liberal, y en el liberalismo hay gente muy buena, como también gente menos buena, pero lo obligaron a renunciar a ese apoyo. Pero ahora que Gaviria está llevando a personas que no tienen tacha del liberalismo y otros sectores, lo estigmatizan.
SEMANA: Usted perteneció a Cambio Radical. ¿Es justo hablar de las maquinarias políticas en ese partido, tal como lo dicen en la Centro Esperanza?
R. L.: Juan Manuel Galán fue elegido durante 12 años por César Gaviria. Él le conseguía los apoyos, la financiación, fue miembro del Partido Liberal y nunca se quejó de César Gaviria. Juan Manuel Galán fue funcionario de Álvaro Uribe Vélez y ahora sale a estigmatizar a Alejandro Gaviria porque recibe a una persona que no tiene tacha como Germán Varón o a otros congresistas del Partido Liberal, reconocidos como hombres de bien, entre ellos Juan Carlos Losada y Juan Fernando Reyes Kuri. ¿Qué tal que Alejandro Gaviria recibiera el apoyo de David Luna o José Daniel López? ¿Lo van a estigmatizar? Ellos son personas que no tienen una sola tacha en su vida.
SEMANA: Después del debate, ¿es fácil recomponer la centroizquierda? ¿Es fácil pasar la página?
R. L.: No sé porque yo no formo parte de esa coalición. Recuerde que los hermanos Galán Pachón me exigieron condiciones absolutamente imposibles de cumplir que sí son una clara expresión de politiquería. Cuando uno desconoce los principios de democracia interna en un partido y obtiene 3.000 millones de pesos del Estado que tienen el propósito de garantizar la competencia interna para la campaña de Juan Manuel Galán, es pura y mera politiquería. Entonces, yo no entiendo cómo van a censurar a Alejandro Gaviria de politiquería si ellos internamente hacen las peores prácticas politiqueras.
SEMANA: Por cierto, ahora que el Nuevo Liberalismo le cerró las puertas a una campaña presidencial, ¿qué hará?
R. L.: Vamos a mirar con mucha calma, no tengo afán, estoy revisando las cosas con mi señora y mi familia. Ya tomaremos decisiones. Obviamente que el tiempo se vuelve un factor muy difícil y pues nadie en el país esperaba que el Nuevo Liberalismo se convirtiera en un partido de familia. Nadie esperaba que salieran los antiguos miembros del comité nacional, nadie se esperaba que saliera Iván Marulanda.