Del anonimato a convertirse en una celebridad, no por su trabajo en favor de las víctimas, para lo que fue elegido en una de las curules de paz, sino por sus salidas en falso y escándalos que ahora le pasan factura. Se trata del congresista John Fredy Núñez, a quien la Procuraduría le acaba de formular pliego de cargos por manejar borracho y golpear al hombre de su esquema de seguridad.

Núñez, vale la pena recordar, fue el representante a la Cámara que, en los primeros hervores del Congreso elegido el año anterior, afirmó: “Nunca en mi vida he aguantado tanta hambre como en el Congreso”, cuando se discutía la reforma para reducir el salario de los congresistas.

Pero es otro el hecho que lo tiene en medio de un juicio disciplinario; este representante a la Cámara, elegido por una de las curules de paz, creadas al amparo del acuerdo con las Farc, según denuncia de la misma Unidad Nacional de Protección (UNP), habría golpeado a su escolta y, no conforme con eso, habría tomado el carro de su esquema de seguridad para manejar borracho.

“La @UNPColombia deplora y condena los hechos bochornosos protagonizados por el parlamentario del Caquetá, Jhon Fredy Nuñez Ramos, que el pasado 23 de diciembre, en estado de alicoramiento, maltrató y lastimó a las personas de protección que lo acompañaban”, denunció en su momento la UNP en su cuenta en X.

Los hechos habrían sido así: se registraron en la noche del 23 de diciembre de 2022, cuando el congresista le habría ordenado a su conductor tomar una calle en contravía en una de las calles de Florencia. Tras la negativa, el dirigente político lo agredió verbal y físicamente.

Como el conductor se negó, el congresista, quien se encontraba en estado de embriaguez, la emprendió a golpes contra el chofer y decidió tomar el volante, poniendo en riesgo la vida de los otros escoltas que lo acompañaban y la de su propia esposa, quien se encontraba en la parte trasera del vehículo.

De acuerdo con la Procuraduría, “La Sala Disciplinaria de Instrucción indicó que las declaraciones de la víctima permiten inferir que el congresista posiblemente agredió e insultó al funcionario durante su turno de servicio, y que se encontraba en alto grado de alicoramiento”.

El Ministerio Público reprochó la presunta vulneración del principio de moralidad, con lo que se materializaría una falta disciplinaria, que de manera provisional se calificó como grave cometida a título de dolo. Al disciplinado se le informó que contra esta decisión no procede recurso alguno.