De los siete capturados en un operativo del CTI, la Policía y el Ejército, cuatro fueron judicializados por la Fiscalía y enviados a la cárcel por orden de juez de control de garantías. Los detenidos fueron cobijados con una medida de aseguramiento en centro carcelario. Entre los detenidos está alias Firu, cabecilla del frente 35 de las disidencias.
Una fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales fue la encargada de judicializar a María Alejandra Ojeda Londoño; a Édgar de Jesús Orrego Arango, alias Firu, y a Wenser Yosony Duque, alias Oliver González. Todos fueron capturados en el operativo que se adelantó en vías del departamento de Antioquia.
“Los dos últimos serían cabecillas del frente 36 y Raúl Reyes, del Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc. Asimismo, desde San José del Guaviare (Guaviare) fue procesado Ómar Delgado Novoa, alias Hermes Boyaco”, señaló la Fiscalía a través de un comunicado y luego de las audiencias preliminares.
En el curso de las diligencias, la Fiscalía logró demostrar que los cabecillas de las disidencias de las Farc no solo se movilizaban en los vehículos de la Unidad Nacional de Protección, sino que en el interior de las camionetas blindadas llevaban 233 millones de pesos y 8.200 dólares, en efectivo. También, dos pistolas 9 milímetros, 17 cartuchos, una empuñadura de fusil, un chaleco balístico y material de intendencia.
“La Fiscalía cuenta con información que vincularía a alias Firu con, al menos, tres hechos delictivos. El primero ocurrido el pasado 23 de julio, cuando habría ordenado el asesinato de un hombre en Campamento (Antioquia), como retaliación por obstaculizar las actividades ilícitas del grupo delincuencial organizado”, señaló el ente acusador.
Según la investigación contra alias Firu, se estableció que el pasado 30 de enero habría ordenado el asesinato de cuatro personas en la vereda La Frisolera, en Donmatías, Antioquia, y el 9 de diciembre de 2019 —se cree— dispuso un ataque con granadas contra una vivienda en Guadalupe.
La Fiscalía le imputó a Orrego Arango los delitos de homicidio agravado, terrorismo y concierto para delinquir agravado con fines de homicidio, tráfico de estupefacientes, extorsión, secuestro, reclutamiento ilícito de menores y terrorismo. Los demás procesados fueron señalados como posibles responsables del delito de fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. Ninguno aceptó los cargos”, explicó la fiscal durante las audiencias.
El país fue testigos de cómo los cabecillas de las disidencias de las Farc se movilizaban en los vehículos de la UNP, armados y con millones de pesos y dólares, como si se tratara de una banda de narcotraficantes. Entre los ocupantes de estos carros oficiales estaba Ómar Delgado Novoa, alias Hermes Boyaco, presunto cabecilla del frente Jorge Suárez Briceño de las disidencias de las Farc.
“Al momento de la captura, el procesado se presentó con una identidad falsa, según se logró constatar con la Registraduría Nacional del Estado Civil. El cotejo dactiloscópico permitió establecer que su nombre real correspondía al de Diego Armando Betancourt Cuarta”, explicó la Fiscalía.
Todos los judicializados, a pesar de que no aceptaron su responsabilidad, fueron enviados a la cárcel por orden del juez. Ahora y desde la prisión, tendrán que enfrentar un juicio donde la Fiscalía pedirá una condena.