Las imágenes de una persona que se lanzó contra un policía, en la ciudad de Cali, para propinarle una patada, quedaron en video, particularmente por la reacción del uniformado. El policía, sin mediar palabra, desenfundó su arma de dotación y disparó.
Toda la escena fue registrada por las otras personas que participaban de las manifestaciones, incluso lo que ocurrió después. El patrullero involucrado en este caso fue identificado como Luis Ángel Piedrahita, un juez lo envió a una cárcel.
El caso ocurrió en el marco de los desmanes que afectaron a la ciudad de Cali el pasado 28 de abril y en el barrio Mariano Ramos. El menor, que segundos antes atacó al uniformado, fue alcanzado por las balas y falleció en el andén en presencia de familiares y amigos que lo acompañaban durante esa manifestación.
La Fiscalía adelantó la investigación, recuperó otros videos, declaraciones y la versión del propio uniformado, que concretaron la imputación de cargos por el delito de homicidio agravado. Lo presentaron ante un juez de control de garantías para legalizar su captura y darle a conocer el material probatorio que existe en su contra.
“La víctima, de 17 años, supuestamente participaba en las protestas. Al parecer, golpeó con el pie al uniformado, quien, al parecer, reaccionó y le disparó. El joven recibió un impacto en la cabeza y murió en el lugar de los hechos”, señaló la Fiscalía.
Además de las declaraciones, la Fiscalía hizo una reconstrucción de los hechos en la escena del crimen, en el barrio donde vivía la víctima, y allí encontraron las vainillas que fueron sometidas a pruebas de balística y el resultado aparentemente confirmó la responsabilidad del uniformado. “Reafirmaron que los proyectiles habrían sido disparados por el arma que la Policía Nacional le asignó al patrullero Piedrahita Hernández”, dijo el ente.
A pesar del material probatorio que existe en contra del uniformado, como el video grabado por los otros manifestantes y las declaraciones de los vecinos del sector, el patrullero Piedrahita no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía y acto seguido el fiscal del caso expuso los argumentos para solicitar una medida de aseguramiento en centro carcelario.
“En ese sentido, un fiscal de la seccional Cali imputó al uniformado el delito de homicidio agravado. El procesado no aceptó cargos y deberá cumplir medida de aseguramiento en centro carcelario”, señaló la Fiscalía en un comunicado para confirmar la orden del juez.
Las víctimas en este caso también presentaron algunas evidencias que demostraron las responsabilidades del patrullero al accionar su arma de fuego en contra de la humanidad del adolescente e insistieron en que aunque queda en evidencia cómo la víctima intentó agredir al policía, la respuesta del uniformado fue exagerada.
La Fiscalía dijo que existe arraigo del uniformado por su vinculación a la Policía, pero esa misma condición puede resultar un riesgo para las víctimas y las personas que declararon en su contra, de ahí que le insistió al juez de garantías en cobijarlo con una medida de aseguramiento por representar un riesgo para el proceso que apenas arranca.
La defensa del uniformado trató de mostrar que su cliente cumplirá las exigencias de la justicia estando en libertad e insistieron en que no tiene antecedentes, tiene arraigo en la ciudad de Cali y estuvo atento a los requerimientos de la Fiscalía, por eso consideran innecesaria la medida de aseguramiento.
La captura y judicialización del patrullero Piedrahita hace parte de los avances de investigaciones que se adelantan en la Fiscalía por cuenta de exceso en el uso de la fuerza de uniformados y que el fiscal general aseguró deben estar bajo competencia del ente acusador y no de la Justicia Penal Militar.