El buque Nordic Wolverine completa seis días encallado en el tajamar occidental de Bocas de Ceniza, en la entrada al canal de acceso al Puerto de Barranquilla. Una historia que se repite cada cierto mes en la ciudad.Esta vez, al tratarse de una embarcación tanquera para el transporte de productos químicos, las autoridades locales hicieron un llamado para evitar que las maniobras de rescate generen derramamientos y, por los tanto, problemas ambientales en la zona.

Para iniciar la etapa final de desencallamiento la Capitanía de Puerto de Barranquilla está a la espera de personal y equipo extranjero. Por su parte, la compañía dueña de la embarcación anunció la movilización de un remolcador desde el Golfo de México, en territorio de Estados Unidos, y el arribo de expertos en salvamento desde Panamá y Argentina.El Nordic Wolverine está cargado con nueve tipos de químicos, entre los que están ácido propiónico, acetato, soda cáustica y alcohol.El capitán del Puerto de Barranquilla, Carlos Urbano Montes, le dijo a SEMANA que se está estudiando la posibilidad de que algunos de estos productos puedan ser aligerados o movidos a otros tanques del mismo barco y así minimizar el riesgo durante la fase de rescate. Esto teniendo en cuenta que, según el informe entregado por el fabricante del barco, el siniestro produjo alguna afectación en los tanques de agua, pero no en los de carga.Como complemento, a través de un Puesto de Mando Unificado instalado en la zona y la estación de tráfico marino, con el apoyo de guardacostas y la misma tripulación del buque, se viene trabajando en las medidas de control, seguimiento y verificación de las condiciones para garantizar las etapas del plan de rescate.“Todo con el fin de garantizar la vida humana y la protección del mundo marino. De ahí se pasaría a la segunda fase, una vez lleguen los equipos para proceder al reflote y a la recuperación”, explicó Urbano Montes.

El capitán del Puerto de Barranquilla, capitán de fragata Carlos Urbano Montes.Los equipos especializados, según los reportes más recientes, estaban desde el lunes en alistamiento y este jueves terminaron la fase administrativa, incluyendo los protocolos de bioseguridad, por lo que se espera que en las próximas horas inicien el viaje hacia Barranquilla. Sin embargo, algunos de los especialistas esperados llegarán vía área. Mientras tanto, la capitanía del puerto dispuso un remolcador que ya trabaja en la zona.

En estos momentos el Puerto de Barranquilla opera de forma normal. Pero, la Dirección General Marítima (Dimar) indicó que el funcionamiento se realiza bajo estrictos análisis del tránsito de las embarcaciones y el apoyo de pilotos prácticos, para evitar afectaciones en los buques que entran o salen o el encallamiento del mismo Nordic Wolverine.En visita a las instalaciones de la Dirección General Marítima -DIMAR- en la Capitanía de Puerto de Barranquilla, el alcalde Jaime Pumarejo Heins inspeccionó las labores de salvamento del buque encallado en Bocas de Ceniza y constató la continuidad de la operación en el río Magdalena.“Vinimos a ver hoy el plan de salvamento y cómo se ha manejado la emergencia por parte de los distintos actores del sector. La Dimar viene haciendo un trabajo de preparación para el salvamento de este fin de semana”, explicó Pumarejo.El mandatario distrital aseguró que las autoridades marítimas cuentan con los implementos para atender este tipo de emergencias. “Evidenciamos cómo esta emergencia nos coge preparados con los equipos, la capacidad, el capital humano para poder afrontarla, y es por eso que aún con esta eventualidad el canal navegable ha seguido funcionando sin novedades. Además, hay un plan de contingencia efectivo que permite pensar que se podrá hacer un salvamento acorde a los lineamientos de rescate y que no tendremos mayor novedad y el puerto seguirá operando”, aseguró el alcalde.