En las últimas horas, el Concejo de Bogotá le dio luz verde a un proyecto del Distrito que establece que a partir del próximo año se prohibirá la compra de buses contaminantes para el sistema de transporte público de la ciudad, es decir que solo se podrán adquirir vehículos cero emisiones para todo el sistema público de la ciudad, tanto TransMilenio como SITP.

Una de las aclaraciones que se hace en el articulado es que hay unas excepciones. Por ejemplo, si se superan los techos presupuestales, o el proceso de adquisición se declara desierto, se podrán seguir licitando buses diésel, aunque estos deberán cumplir los estándares de emisión acordados para ese momento y esto solo será posible hasta el 31 de diciembre del 2023. A partir de esta fecha toda la renovación tendrá que ser eléctrica.

El concejal Martín Rivera, ponente de la iniciativa, celebró su aprobación. Según dijo el cabildante de la Alianza Verde, Bogotá será una ciudad ejemplo en movilidad pública sostenible. Asegura que el proyecto coloca a los buses eléctricos, y a otros modos de transporte limpio como prioridad en la ciudad.

Otro punto importante de la iniciativa en materia de movilidad sostenible es que también se establece el marco para un sistema de patinetas y bicicletas eléctricas, que servirá para complementar los medios de transporte público de la ciudad, especialmente en sitios zonales.

“(La iniciativa) busca la descarbonización y la lucha frente a la crisis climática en Bogotá. Es un proyecto de acuerdo que tiene dos partes, la primera le da las herramientas al Distrito para que pueda diseñar y licitar un préstamo de bicicletas y patinetas para más modos de transporte sostenible y sobre todo que resolvamos los viajes de último kilómetro de la ciudad”, aseguró Rivera sobre este punto.

El proyecto que ya superó todos sus debates, y solo le falta la firma de la alcaldesa de Bogotá Claudia López, también estipula que incentivará el uso de energías renovables como la solar y la eólica en estaciones y patios del sistema público de la ciudad. Por otro lado se generan lineamientos para una gestión integral de residuos, entre ellos, baterías usadas.

La concejal María Fernanda Rojas, del mismo partido, también celebró su avance. “Entre otras cosas este proyecto permitirá echar a andar el sistema de bicicletas públicas. Permite un componente de cobro de publicidad exterior y el ascenso tecnológico”, aseguró Rojas.

Sobre el tema de la publicidad en el sistema y los modos de transporte, que fue el artículo más controversial en el Concejo, contempla que habrá una financiación a través de las marcas que quieran pautar, pero se aclaró que esto no dependerá de las zonas en donde estén las estaciones, las patinetas o las bicicletas, sino que se tendrá que garantizar la presencia en todas las localidades de la ciudad.

En medio de la discusión se generaron algunas críticas al Distrito, ya que la iniciativa, a pesar de que nació desde la alcaldía, algunos reclamaron cierta ausencia de conceptos y acompañamiento de la administración local. Dicen que el proyecto que fue radicado inicialmente terminó siendo modificado en gran parte, mientras que otros alegaron que la discusión se dio “a las carreras”, aunque sus impulsores respondieron que fue un debate exhaustivo y detallado.