En la madrugada de este jueves se conoció que el guerrillero Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino, renunció a su cargo como jefe máximo del comando central del ELN.
Al parecer, Gabino pondrá fin a su vínculo directo con ese grupo armado ilegal, aunque anunció que, mientras se somete a un tratamiento médico, seguirá “disponible como miembro representante del ELN para próximas conversaciones de paz”, labor que ha venido ejerciendo desde el año 2018 en La Habana, Cuba, donde aún permanece.
De esta forma, la suerte de Gabino parece alejarse del destino que sufrieron otros comandantes guerrilleros en Colombia, como su antecesor alias El Cura Pérez y miembros de otros grupos, como Tirofijo, el Mono Jojoy y Carlos Pizarro.
La lectura de varios analistas es que Gabino se da el lujo de renunciar en medio de una enfermedad, de la cual no se conocen detalles, y encontrándose lejos del país luego de que ejerciera como vocero de la guerrilla en los fallidos diálogos de paz con el gobierno Santos.
El Cura Pérez
Gabino llegó a ser comandante del ELN luego de la muerte de Gregorio Manuel Pérez Martínez, alias Piliarco o El Cura Pérez, quien fue un sacerdote y guerrillero español reconocido como ideólogo y comandante en jefe de ese grupo entre 1978 y 1998.
Su militancia guerrillera inició en 1970, con su participación en un combate en la población de San Juan de Carare, en Santander, donde la guerrilla atacó una estación de Policía para robar armas.
Luego, en 1973, el primer jefe guerrillero del ELN, Fabio Velázquez Castaño, fue destituido y hubo una reorganización interna, por lo que Pérez ascendió a cargos directivos hasta que en 1978 pasó a ser el cabecilla número uno de la guerrilla.
Su muerte se dio en febrero de 1998 luego de que su salud se deteriorara tras un viaje a Cuba donde fue diagnosticado de hepatitis C.
Pérez falleció en algún lugar de Santander y el ELN mantuvo en secreto su deceso durante 51 días. Luego, Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino, asumió el mando del ELN y comunicó la noticia a los 53 “frentes de guerra” de ese grupo.
Tirofijo
Además del ELN, comandantes y miembros del secretariado de las Farc también han fallecido durante su militancia. Es el caso de Pedro Antonio Marín Marín, conocido con los alias de Manuel Marulanda Vélez y Tirofijo, quien fue cofundador de las extintas Farc junto a alias Jacobo Arenas en 1964.
Ese mismo año y en 1970 circularon falsas noticias sobre su supuesta muerte por combates y en los bombardeos de Marquetalia.
Sin embargo, el rumor resultó siendo falso, aunque sí cayó herido varias veces en combates contra la fuerza pública.
En la década de 1970, el periódico El Espacio publicó una serie de crónicas que detallaban supuestos combates en que tropas del ejército habrían herido de muerte a Tirofijo en el pecho, pero el relato perdió toda credibilidad cuando el jefe guerrillero apareció ante medios de comunicación en entrevistas previas a los diálogos de paz adelantados por el expresidente Belisario Betancur.
También en 1995 circularon falsas noticias sobre su supuesta muerte, rumor atribuido al hoy cabecilla de las disidencias alias Iván Márquez, pero todo resultó falso, de manera similar a versiones publicadas en el año 2004.
El deceso de Tirofijo fue confirmado en exclusiva por Revista SEMANA el 24 de mayo de 2008, cuando en entrevista con este medio, el entonces ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, mencionó que organismos de inteligencia presumían que el guerrillero había muerto el 26 de marzo de ese año por causas naturales o producto de un paro cardíaco.
Días después, en un video entregado al canal Telesur, alias Timochenko ratificó la información publicada por SEMANA y confirmó que el entonces miembro del secretariado de las Farc había fallecido.
Alfonso Cano
Tras la muerte de Tirofijo, la batuta de las Farc fue tomada por Guillermo León Sáenz Vargas, alias Alfonso Cano, quien fue considerado como uno de los ideólogos políticos más importantes de la guerrilla, solo por detrás de Jacobo Arenas, su cofundador.
Sus delitos van desde rebelión, terrorismo, concierto para delinquir, homicidio, intento de homicidio y secuestro, y su camino delictivo inició en la década de 1970, cuando siendo estudiante de antropología de la Universidad Nacional, y militante de las Juventudes Comunistas, fue arrestado por hechos de vandalismo.
En total, fueron emitidas 200 órdenes de captura en su contra, así como una circular roja de la Interpol, que lo buscó por terrorismo, asesinato y secuestro.
Sin embargo, fue abatido por las fuerzas militares el 4 de noviembre de 2011 durante la llamada Operación Odiseo, entre las poblaciones de Jambaló y Toribío, cayendo finalmente en el municipio de Morales, Cauca, donde la Fuerza Aérea bombardeó un campamento de la guerrilla.
Mono Jojoy
Otro miembro del secretariado de las Farc abatido por las Fuerzas Militares fue Víctor Julio Suárez conocido con los alias de Jorge Briceño o Mono Jojoy.
Nacido en Icononzo, Tolima, en 1953, el Mono Jojoy fue comandante del llamado Bloque Oriental de las Farc y miembro del secretariado desde 1993 hasta su muerte.
Se vinculó a las Farc en 1975 como guerrillero raso y de manera progresiva escaló en esa organización ocupando cargos de lo que llamaban “comandante de escuadra”. Además, fue considerado uno de los insurgentes más radicales y violentos, probablemente el más sanguinario de ese grupo ilegal.
De hecho, cuando el expresidente Santos comunicó su abatimiento en la Operación Sodoma, lo calificó como “el símbolo del terror”. Dicho operativo militar tuvo lugar el 22 de septiembre de 2010 a través de un ataque aéreo en la región de la Macarena.
Tras el bombardeo, iniciaron fuertes combates que duraron todo el día y solo hasta la mañana del día siguiente, el jueves 23 de septiembre de 2010, miembros de las fuerzas militares lograron entrar al lugar para identificar los cadáveres.
Carlos Pizarro
Al margen de los jefes guerrilleros abatidos en medio de la selva, un destino diferente tuvo Carlos Pizarro Leongómez, quien fuera el máximo comandante de la extinta guerrilla Movimiento 19 de abril, conocida como M-19, entre 1986 y 1990.
Tras dejar las armas, Pizarro firmó la paz con el gobierno y se reintegró a la vida civil. Inició su participación en política y fue candidato presidencial de la Alianza Democrática M-19, pero el 26 de abril de 1990 fue asesinado.
Aquel día, tomó un vuelo a Barranquilla acompañado por escoltas que le proporcionó el extinto DAS. Un sicario, identificado como Gerardo Gutiérrez, alias Jerry, logró ingresar al mismo avión y en pleno vuelo sacó del baño una metralleta con la que hirió de muerte a Pizarro, quien falleció horas después en la clínica Santa Rosa.
El homicidio de Pizarro ocurrió apenas un mes después de que fuera asesinado su amigo Bernardo Jaramillo Ossa, quien era candidato presidencial por el partido Unión Patriótica, en medio de la creciente violencia política de la época en la que, en cuestión de meses, fueron asesinados otros líderes como Luis Carlos Galán y José Antequera.