Luego de permanecer varios días en una unidad de cuidados intensivos de la Universidad Nacional tras contraer coronavirus, falleció este jueves el profesor y exsecretario de Educación de Bogotá, Abel Rodríguez.
La partida del dirigente sindical, de 72 años, generó tristeza en círculos intelectuales y políticos colombianos. Rodríguez también se desempeñó como viceministro de Educación y participó en la redacción de la Constitución de 1991 como constituyente. Por su parte, uno de los primeros en trinar fue el exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro, quien señaló que “fue perseguido cuando era dirigente del magisterio".
De igual forma se pronunció la alcaldesa de la capital, Claudia López, quien escribió en su cuenta de Twitter: "Y además de todo, se nos va el profe Abel Rodríguez. ¡Qué dolor! La sabiduría que transmitió a generaciones de niños educándolos, a millones de ciudadanos inspirándonos, nos queda como legado. A su familia, a mi madre que lo amaba, un abrazo que nos consuele y dé fortaleza". Por su parte, la Secretaría de Educación lamentó el fallecimiento de Rodríguez y dijo: "Lamentamos profundamente la muerte del profesor Abel Rodríguez, exsecretario de Educación de Bogotá, y quien dedicó toda su vida a la enseñanza y a luchar por los derechos de los maestros y las maestras. Un abrazo solidario a su familia, amigos y compañeros". Añadió que el catedrático "deja un vacío enorme. Toda la comunidad académica reconoce su compromiso con la educación. Resaltamos y agradecemos su vida al servicio de estudiantes y docentes".
El reconocido líder sindical fue secretario de Educación en Bogotá, viceministro de Educación, exconstituyente, concejal de Bogotá, presidente de la Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (ADE) y la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode). El pasado 15 de abril, el líder sindical envió un conmovedor mensaje sobre la crisis de la pandemia y que hoy es recordado luego de conocer que dio una constante lucha contra la enfermedad. "La tremenda crisis humanitaria que estamos viviendo nos ha colocado frente a circunstancias personales, familiares y sociales que nunca habíamos imaginado (...) En días tan agustiantes en los que el temor y la desesperanza cunden es cuando la sociedad más necesita de la presencia actuante de valores tan vitalmente humanos como el amor, la solidaridad y la sabiduría", señaló en su momento.