El caso del asesinato del joven Juan Felipe Rincón, hijo del inspector de la Policía Nacional, general William Rincón, sigue dando de qué hablar en el país.
En las últimas horas, el juzgado 76 de control de garantías de Bogotá ordenó dejar en libertad a Andrés Camilo Sotelo Torres, el único detenido por la muerte de Felipe Rincón, durante hechos que se registraron el pasado 24 de noviembre en el barrio Quiroga, en la localidad de Rafael Uribe Uribe.
El juez rechazó las pretensiones de la Fiscalía General de la Nación, que señaló a Sotelo como un peligro para la sociedad y que podría fugarse. “En un acto de inferencia razonable simple, si el arma que poseía Andrés Sotelo no era apta para disparar, podemos decir que la inferencia de responsabilidad se desvanece”, sostuvo.
Tras la decisión del juzgado, el abogado Saúl León, defensor de Sotelo, explicó que existen varias razones para considerar que su cliente es inocente, y que su intención no era la de asesinar al hijo del general. El jurista se basa en el arma que portaba, un revólver Dan Wesson, calibre 4,5 mm, serial que no era de un arma de fuego.
En una reciente entrevista para Noticias caracol, entregó más detalles del caso y aseguró que su defendido no tenía como objetivo asesinar a Juan Felipe Rincón, ya que iba con un arma que no era apta para disparar, pero sí reveló que tenía la intención de agredirlo físicamente, ejerciendo así justicia por mano propia, debido a que el hijo del inspector de la Policía habría sostenido conversaciones sexuales con menores de edad, lo que motivó a la familia a citar al joven y confrontarlo.
“¿Van a citar a un joven para quitarle la vida con un arma de gas? Considero que no, pues no es letal. Considero que este es un episodio —y lo digo con una opinión ajena a mi rol y ajena a lo que conozco— un episodio más de justicia por mano propia que se salió de control. Esa justicia por mano propia no era que quisieran quitarle la vida, no, (sino) las populares, vulgares y mal llamadas ‘paloterapia’, que cogen a una persona y la golpean”, fueron las palabras de Saúl León para dicho medio.
El jurista también sostuvo que hay varios testigos que han asegurado que el escolta de Juan Felipe Rincón, identificado como Sergio Felipe Rico, fue quien le disparó. De por sí, en un informe de la Fiscalía, se concluyó que su arma, una SIG SAUER modelo SP2022, calibre 9x19mm, serial 24B018951, era la única pistola que podía disparar.
Por último, el abogado se refirió a las dudas que existen sobre la presunta responsabilidad de Andrés Camilo Sotelo e indicó que son suficientes para concederle la libertad, mientras se adelantan las investigaciones en su contra.
“Aquí no estamos buscando encubrir absolutamente a nadie, simplemente tampoco podemos avalar que se judicialice a una persona que es inocente del disparo que le quitó la vida al joven”, explicó al medio de comunicación citado.