La Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Unidad para las Víctimas anunciaron este lunes que hasta el viernes 30 de septiembre estarán abiertas las inscripciones para realizar procesos de formación virtual especializada, en los cuales podrán participar las personas que hayan sido afectadas por la violencia.
La posibilidad de acceder a estos cupos forma parte de las acciones de reparación integral que se adelantan con las víctimas del conflicto armado.
La entidad señaló que los cursos virtuales se apoyan en la experticia de la OEI en el diseño de módulos de formación para consulta ilimitada para grupos o zonas donde no haya conexión, el diseño y diagramación de los contenidos de la formación, así como la adaptación de metodologías y contenidos a los que se puede acceder.
De esta manera, explicó que se atenderá a la población a la que está dirigida el proceso de formación y la disposición de herramientas interactivas que permitan una mejor apropiación de los contenidos por los participantes.
La Unidad para las Víctimas señaló que quienes estén interesados pueden inscríbase en https://bit.ly/3qdO2VX y tienen plazo hasta el 30 de septiembre de 2022 en los siguientes cursos.
- Derechos Humanos.
- BPA (Buenas Prácticas Agrícolas), BPG (Buenas Prácticas Ganaderas) y BPM (Buenas Prácticas de Manufactura).
- Emprendimiento, innovación y creatividad.
- Formulación de proyectos con énfasis en marco lógico.
- Curso de informática básica.
La entidad señaló que se estima que en cada curso participen aproximadamente mil personas.
“Esta articulación interinstitucional entre la Unidad para las Víctimas y la OEI también permitirá avanzar en la implementación de 180 acciones de los planes integrales de reparación colectiva y en la entrega de 220 esquemas especiales de acompañamiento comunitario contempladas en los planes de retornos y reubicaciones”, indicó la Unidad para las Víctimas.
Nuevos emprendimientos de víctimas
De otra parte, con el apoyo de la entidad, se realizó una feria en la que víctimas del conflicto presentaron sus emprendimientos y comercializaron confecciones, marroquinería, bisutería, orfebrería, artesanías, gastronomía, productos agropecuarios y servicios, entre otros.
Se trata del HUB Empresarial e Innovación, que se adelantó en el municipio de Sabanera, Antioquia, donde además conocieron la oferta interinstitucional de entidades como la Unidad para las Víctimas, el Ministerio del Trabajo, el Sena, el Banco Agrario, Comfama, Colpensiones, la Dian, Mercy Corps, la Cámara de Comercio y la Alcaldía.
Gracias a esta estrategia, cerca de 1.400 personas se benefician de capacitación, dotaciones y asesoría técnica para potencializar sus capacidades de innovación y generación de ingresos, que les permitan superar la vulnerabilidad que causó la violencia en sus vidas.
A la feria comercial en el parque de Sabaneta, Oriana María Arroyave llegó con una muestra del vivero que hace dos años se convirtió en un proyecto productivo y una muestra de su resiliencia y legado familiar.
Desde el municipio antioqueño de San Carlos llevó una variedad de cactus y coloridas suculentas, que atrajeron la atención de muchos visitantes del stand de “Detalles mi herencia”.
Señaló que el emprendimiento surgió por “el amor a la naturaleza de mi abuela y la tradición de los campesinos de mi pueblo”.
Su vivero fue uno de los 30 perfiles productivos que participaron en la feria del programa “Yo trabajo por Colombia” del Ministerio del Trabajo y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con apoyo de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.
Por eso, mientras enseñaba con amabilidad sus plantas a las personas que se interesaron por sus plantas, afirmó “quienes somos víctimas pretendemos ser autosuficientes y no depender solo de ayudas gubernamentales, sino que el Estado garantice las condiciones y oportunidades para autogestionar nuestro desarrollo”.
El vivero que montó en un solar en su casa en San Carlos también es una prueba del resurgimiento de este municipio tras ser en el pasado uno de los más golpeados por el conflicto armado en Antioquia.
Oriana era muy joven cuando su familia sufrió el desplazamiento forzado por la violencia desatada por el enfrentamiento entre las guerrillas y los grupos de autodefensas.
Ella es optimista y resiliente como sus paisanos. Por eso afirma que “no podemos seguir sembrando muerte, sino sembrar vida e ilusión, esperanza y aportar para reconstruir nuestra gente y municipio”.