Luego de conocerse una serie de contratos celebrados en 2020 entre la Secretaría de Seguridad de Cali y Elvia Jazmín Mera Messa, quien para ese entonces era la amante de Aldemar Rojas Cruz, hermano del secretario de despacho Carlos Alberto Rojas, los organismos de control de la capital vallecaucana se pronunciaron.
Harold Cortés, personero de Cali, reveló que ya fue recibida una denuncia formal contra el secretario Rojas, y por tanto iniciarán las labores de indagación pertinentes sobre los contratos anteriormente mencionados y los involucrados en este caso.
“Conforme a los hechos denunciados por la unidad investigativa de la Revista Semana, que involucran al Secretario de Seguridad y Justicia de Cali, se iniciará trámite oficioso e inmediato a una indagación preliminar”, expresó el funcionario.
El personero indicó que ahora el objetivo es “verificar la ocurrencia de la conducta denunciada, establecer si es constitutiva de falta disciplinaria y determinar la identificación o individualización del posible autor o autores de la presunta falta disciplinaria, y con ello, adoptar las decisiones que en el marco de mis competencias y en derecho correspondan”.
Por su parte y tras recibir la misma denuncia, la Contraloría General de Santiago de Cali estableció un grupo jurídico, que a esta hora estudia el caso para definir si existe mérito fiscal para intervenir en el caso.
“La denuncia fue radicada el 9 de abril ante la CGSC y será evaluada por la Dirección Técnica ante la Administración Municipal, que pese a ser más una denuncia Disciplinaria y no Fiscal, se abrirá el requerimiento según Ley 1755 de 2015 (art. 21) que generará el traslado pertinente.”, explicó la entidad en una breve comunicación.
Juristas consultados por SEMANA coinciden en que podría haberse configurado la figura de nepotismo en el caso del secretario Carlos Rojas y sus allegados, definida esta figura como “el favoritismo hacia familiares o amigos, a los que se otorgan cargos o empleos públicos por el mero hecho de serlo”.
“En el caso de Jazmín Mera, al no tener una relación de convivencia con el señor Aldemar, no se configuraría una inhabilidad, si lo vemos desde lo legal. A pesar de eso, si el secretario Rojas conocía de su existencia y de la relación sentimental que ambos compartían, sí es moralmente reprochable porque eso se llama nepotismo. O sea, poner a la administración distrital al servicio de sus familiares o amigos”, expresó Elmer Montaña, abogado caleño y especialista en derecho penal y administrativo.
A su vez, el jurista boyacense Diego Cocunubo aclaró que “citando el Concepto 2191 de 2017 del Departamento Administrativo de la Función Pública, la figura del nepotismo, al ser uno de los vicios políticos y administrativos que más se ha querido corregir en las democracias modernas, presenta uno de los retos más grandes de la administración para el criterio clasificatorio por nexos familiares y el principio de buena fe, pues entre los miembros de un mismo grupo familiar existen nexos de lealtad y simpatía, que podrían parcializar el proceso de selección, y por ende la efectiva administración pública”.
El secretario de Seguridad se defendió de estas acusaciones, negando que se trate de un caso de nepotismo, pues la señora Jazmín no era la pareja oficial de su hermano, por lo cual no estaba inhabilitada para ejercer algún cargo en la administración de Cali.
“Ningún contrato en el Estado se puede esconder. Tanto la señora Elvia Jazmín, como mi hermano tienen sus capacidades laborales y cuando uno tiene la supervisión de la sociedad civil, toma las decisiones basado en la idoneidad de las personas. El año pasado firmé al menos 1.000 contratos y creo que lo hice bien, pero mucha gente puede pensar que es moralmente incorrecto. Nuestros contradictores también tienen un rasero político al hacer estas afirmaciones”, puntualizó.