Las cifras de menores quemados por pólvora en este año van en aumento, a medida que avanza la temporada decembrina en el país. En Santander ya se han reportado 15 casos de personas afectadas por esta situación, de las cuales ocho son menores de edad, según registra el reporte del Instituto Nacional de Salud a corte del 18 de diciembre, un aumento de 200 % con respecto a las cifras de 2020, en el mismo rango de tiempo, cuando el departamento registraba solamente cinco casos.
Ante este panorama, el secretario de salud de Bucaramanga, Juan José Rey Serrano, informó que se habrían abierto procesos sancionatorios para los padres o acudientes de los ocho menores que habían resultado quemados con pólvora hasta el momento, estas personas pueden llegar a pagar altas multas o incluso perder la custodia de los menores vulnerados.
“Hago un llamado a los padres de familia para que estén vigilantes de lo que hacen sus hijos y no permitan la manipulación de la pólvora. La venta y compra está prohibida”, expresó Rey haciendo un llamado a la población para que no permita que los menores jueguen o se acerquen a estos implementos peligrosos, además de aclarar que tres casos presentados en el casco urbano de la ciudad ya se habían puesto en manos del Instituto Colombiano del Bienestar Familiar (ICBF).
“En estos casos también hay que decir que la familia oculta la información sobre lo ocurrido y lo que dicen es que alguien les entregó la pólvora a sus hijos y ellos lo desconocían”, afirmó el secretario con respecto a los dos últimos casos registrados en Bucaramanga, en los que se encuentra un menor de once con quemaduras en su rostro por la manipulación de un volador encendido por uno de sus familiares, heridas causadas luego de que le alcanzaran chispas de la explosión.
El otro caso mencionado es sobre un niño de nueve años que perdió varios dedos de su mano izquierda por manipular totes; este hecho ocurrió en el barrio María Paz y el menor fue atendido en el Hospital Local del Norte, donde se le practicó un procedimiento quirúrgico.
“No hay derecho de que estas cosas sigan sucediendo, por eso les pido el favor a los padres de familia tener mucho cuidado con sus hijos... es un tema muy serio y no queremos que más niños sufran. Es un llamado a la responsabilidad, especialmente con los niños”, afirmó el secretario al momento en el que se anunció este último caso, insistiendo en la prohibición de comprar y vender este tipo de elementos, los cuales terminan afectando la vida de muchos niños.
Según la Alcaldía de Bucaramanga, las sanciones con respecto a la venta, compra y manipulación de pólvora se alojan en el Decreto 225 de 2017 y se establecen multas cercanas al millón de pesos, la incautación y el sellamiento de los establecimientos que comercialicen estos artículos.
Con respecto a las sanciones para adultos que manipulen los elementos, para los sorprendidos por la Policía comprando o quemando pólvora se les impondrá una multa tipo 4 del Código Nacional y los elementos serán destruidos de manera controlada.
Los menores de edad que sean encontrados manipulando pólvora serán conducidos a un defensor de familia, quien determinará las medidas de protección y sus padres recibirán una sanción civil. Según la Alcaldía, durante los 18 días que lleva diciembre ya se ha sancionado a cuarenta personas por estos actos.