Cici Aguapark era el único y famoso parque acuático de Bogotá que tenía una gran afluencia de público, pero en abril de 2016 la administración del lugar informó, a través de su cuenta de Twitter, que el establecimiento cerraría sus puertas al público temporalmente por un supuesto mantenimiento y, hasta el día de hoy, no se ha vuelto a abrir e incluso no han dado declaraciones explicando el verdadero motivo del cierre.
“Estamos trabajando para darles la mejor experiencia a nuestros usuarios. Por eso no estaremos abriendo al público”, fue el último mensaje que se conoció del lugar en las redes sociales.
A pesar de los miles de rumores que existen en torno a qué fue lo que verdaderamente propició el cierre del lugar, el edificio ubicado en el noroccidente de la ciudad, como vecino del Parque Salitre Mágico, no ha sido demolido.
¿Cici Aquapark renovado?
Para el primer semestre de 2020 la concesión Parque Salitre Mágico tenía previsto iniciar la renovación del área, para un nuevo proyecto en asociación público privada. El contrato fue suscrito en diciembre de 2019 entre el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) y la concesión que administra el espacio, de acuerdo con El Tiempo
Sin embargo, en un comunicado el parque explica que “por la llegada de la pandemia, estas labores se vieron retrasadas y se fijaron nuevos plazos”., señalan.
Asimismo indican que ‘‘no se ha decidido qué atracciones tendrá este terreno. No obstante, Néstor Bermúdez, gerente y director general de la concesión Parque Salitre, explica que no hay posibilidad de que vuelva a ser un parque acuático por los altos costos que genera la climatización y el tratamiento del agua’'.
Además, desde las adecuaciones por las que cerró en 2016, “se replanteo el tipo de negocio que debe quedar dentro de la misma estructura”. Según el gerente, en agosto próximo iniciará la fase de preconstrucción para el nuevo proyecto.
El Tiempo detalla que el centro de entretenimiento para todas las edades, ‘‘se espera que la construcción se inicie antes de que termine el año o, por tarde, en los primeros meses del 2024′'.
¿Cómo luce hoy en día el Cici Aquapark?
Diego Andariego, un youtuber -con más de 180 mil suscriptores en su canal- en compañía de uno de sus amigos, decidieron meterse en las instalaciones de Cici Aguapark para conocer de primera mano el estado de la construcción.
En las imágenes se puede observar que los toboganes sigue allí y, al parecer, según Diego, el lugar tiene vigilancia. También se puede ver la gran cantidad de agua que hay en el sitio por las goteras, los juegos infantiles descoloridos, escombros, baños con malos olores y suciedad, estatuas religiosas, puentes y lockers abandonados, e incluso, hay restos con formas extrañas que, aparentemente, habrían sido usados para ritos oscuros; los jóvenes se llevaron un par de sustos.
En definitiva, el sitio genera escalofríos y miedo debido al deterioro de la construcción.
¿Por qué habría cerrado el parque acuático?
En torno al misterioso cierre del lugar han surgido miles de rumores, pero ninguno hasta ahora ha sido confirmado. Uno de ellos son las diferentes muertes que ocurrieron en el establecimiento, puesto que decían que Cici Aguapark no cumplía con los requisitos básicos de seguridad y ponían en riesgo la integridad de los asistentes. A esto se le suman las múltiples demandas que habrían tenido que enfrentar los dueños, haciendo imposible mantenerlo abierto.
En 2007, los medios informaron una lamentable noticia que cambió el futuro del parque acuático. La muerte de una joven de 15 años, Yeni Carolina Salgado, quien tras lanzarse de un tobogán, perdió la vida ahogada al descender de la atracción.
Muchos asistentes aseguraron que, al momento del accidente, no había salvavidas generando gran indignación en los familiares de la víctima. Sin embargo, a pesar de que fue una noticia que estremeció al país, este trágico caso quedó en el olvido y nunca tuvo una solución efectiva.
La reputación del parque acuático fue empeorando, ya que varios usuarios dejaron de asistir ante el temor de sufrir alguna lesión por los toboganes o, incluso, de morir ahogados.
El 6 de abril de 2014 la situación empeoró. Ese día, Manuel Javier Arévalo Sierra, de 35 años -administrador de los almacenes Olímpica en Bogotá-, arribó con su familia para celebrar los ocho años de su único hijo. Allí murió en condiciones extrañas.