El Tribunal Administrativo de Atlántico confirmó una sentencia de primera instancia en la que decidía liberar al Gobierno colombiano de alguna responsabilidad por la ruptura del Canal del Dique, la cual ocurrió en noviembre de 2010 en medio de la ola invernal que se presentó en ese momento en el país.

“En cuanto a la acreditación de la fuerza mayor como causal eximente de responsabilidad, que no es posible imputar responsabilidad a las entidades demandadas, puesto que el rompimiento del dique carreteable y la consecuente inundación fue producto de una situación irresistible por la imprevisible e inusual magnitud de la ola invernal presentada para los meses de julio a noviembre de 2010 ocasionada por el fenómeno atmosférico conocido como ‘La Niña’”, describió el Tribunal. Por lo tanto, la Nación no deberá pagar 3,5 billones de pesos, luego de que un grupo de ciudadanos hubiera demandado al Gobierno, exigiendo indemnización. “La ruptura del Canal, ocurrida en jurisdicción del municipio de Santa Lucía (Atlántico), causó la inundación de los municipios de Santa Lucía, Campo de la Cruz, Repelón, Manatí, Candelaria, Suan y Sabanalarga, ubicados al sur de ese departamento”, señaló la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado.

Cabe recordar que por esos hechos, 10.527 personas, a través de una Acción de Grupo, demandaron al Gobierno, argumentando una supuesta omisión de las entidades nacionales y territoriales en medio de esa emergencia ocurrida en el departamento del Atlántico. Los demandados fueron los Ministerios del Interior, Justicia y Transporte, la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena (Cormagdalena), el Instituto Nacional de Vías (Invías), la Gobernación del Atlántico, entre otras entidades. En medio de ese proceso judicial, la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado señaló que la causa del rompimiento del Canal del Dique se debió a la “irresistibilidad e imprevisibilidad” de la fuerza de la naturaleza dentro del marco del fenómeno climatológico de La Niña”. Además, recalcó que la ola invernal de 2010 superó todos los registros históricos de precipitación, tal como lo demostraron los informes del Ideam.