Se despeja el camino para el puerto de aguas profundas en Barranquilla. El alcalde Jaime Pumarejo Heins le dijo a SEMANA que ya se firmó un memorando de acuerdo que le da un impulso grande al proyecto y entre los participantes está la empresa Power China, uno de los gigantes mundiales en obras de infraestructura.Rodney Castro, gerente de la Sociedad Portuaria Bocas de Ceniza (SPBC), que ha liderado el proyecto, señaló que la información se ha venido manejando con prudencia para que las expectativas esta vez vayan de acuerdo a un desarrollo concreto. Pero le confirmó a SEMANA que están en la etapa final de unas mesas de trabajo que involucran a la Alcaldía de Barranquilla, Cormagdalena, varias firmas internacionales (incluyendo la china) y unos de los concesionarios portuarios locales. Además, hay una buena posibilidad de que el gobierno nacional se vincule a través del Ministerio de Transporte.
“La idea es explorar la opción de que el superpuerto o puerto de aguas profundas cambié de fisionomía y se pueda convertir en uno de economía mixta con participación pública. Pronto se podría hacer público el documento suscrito que va a en rutar la participación de cada uno de los participantes”, explicó Castro.Lo relevante aquí es que después de muchos años de hablarse del tema, el proyecto presenta realmente avances significativos. La proyección es que sea un puerto integracionista, que pueda tener los puertos locales actuales como especializados y accesorios del superpuerto, es decir incluyente con los actores actuales.“Lo destacable es que el alcalde Pumarejo asumió el compromiso durante su campaña y lo ha cumplido a cabalidad, porque puso a gente del mayor nivel para que el proyecto avance”, destacó Castro.La empresaPower China es un grupo de construcción integral del gigante asiático, de carácter estatal, que trabaja en áreas de energía, conservación del agua, ferrocarriles, carreteras, aeropuertos, edificios, gobernanza ambiental del agua, infraestructura de la ciudad, gran ingeniería y construcción cívica, así como inversión, planificación y diseño, contratación de proyectos, fabricación de equipos, y operación de proyectos.En el 2018, Power China fue clasificada de número 41 entre las 500 mejores empresas de su país, en el sexto lugar en la lista de los 250 contratistas mundiales más grandes y el segundo entre las 150 compañías de diseño de ingeniería más importantes. Tiene participación en proyectos como el aeropuerto de Doha, en Qatar.En Colombia, Power China hizo parte de uno de los consorcios que participó en la puja por quedarse con las obra del metro de Bogotá, que finalmente quedó en manos de APCA Transmimetro, integrado por otras dos empresas estatales chinas, China Harbour Engineering Company Limited (CHEC) y Xi’an Metro Company Limited.
El desarrollo del superpuerto de Barranquilla está proyectado en un terreno inicial de 104.5 hectáreas, de las 815 concesionadas. Esto incluiría cuatro terminales, uno de contenedores, otro de carga general, y dos más de granel líquido y granel sólido. El puerto tendrá la doble condición de puerto marítimo y fluvial. Y podrá recibir a los buques más grandes del mundo con sus 20 metros de calado (el doble de la capacidad actual). Su capacidad de almacenamiento podría cubrir tres veces lo que actualmente se produce en el sector portuario de Barranquilla. La proyección es que genere 2.000 empleos, entre directos e indirectos.
Descripción del proyecto del supuerto en el tajamar occidental del Río magdalena, en Bocas de Ceniza.Historia La historia del supuerpuerto acumula varios anuncios fallidos, de ahí la importancia del avance. El primer acuerdo se firmó en agosto de 1.998 entre la Superintendencia General de Puertos y la Sociedad Portuaria Bocas de Ceniza S.A., para la entrega por 30 años de la concesión 023 para el uso temporal y exclusivo de las playas, terrenos de bajamar y zonas accesorias, en el tajamar occidental del Río Magdalena, a la altura de los kilómetros 5 y 6.
Los trabajos de dragado debían empezar en julio de 2007, pero la firma consultora del diseño encontró que el área concesionada estaba atravesada por un cable submarino de fibra óptica de la empresa Columbus Network, que obstaculizaba dichas obras. El proceso para lograr el retiro duró cinco años.En 2013, después de un estudio de mercado, se determinó que el proyecto debía cambiar su vocación inicial de un puerto de carbón a uno multipropósito. En 2015 Cormagdalena aprobó el cambio y autorizó al director de ese organismo para que firmara un otrosí para pasar de un proyecto inicial de 55 millones de dólares a otro de 870 millones. Así la concesión y la licencia ambiental fueron extendidas hasta el 2055.El gerente Castro dijo que hasta la fecha “la empresa ha incurrido en gastos superiores a los veinte millones de dólares en etapa preoperativa con el objeto de quedar a punto para iniciar las obras de infraestructura”.