El exmilitar colombiano Andrés Fernando Medina Rodríguez se presentó por primera vez este viernes ante la justicia en una corte federal de Miami, donde debe responder por su presunta participación en un atentado en 2022 contra una base militar en Cúcuta.
Medina Rodríguez, de 39 años de edad, fue acusado por asociación ilícita para asesinar a soldados de Estados Unidos e intento de asesinato.
En ese sentido, el exmilitar planeó, en alianza con dos hombres, los atentados, de acuerdo con la Fiscalía General de la Nación.
El sujeto estuvo al servicio del Ejército Nacional, durante 12 años, 9 meses y 10 días, hasta que fue retirado de la institución de manera discrecional el 12 de agosto de 2016.
Medina recibió instrucciones de vuelo y comenzó en esa especialidad en 2011. Fueron precisamente las habilidades que adquirió allí las que se habrían convertido en su principal fortaleza a la hora de tener alianzas con los grupos criminales. Esto se pudo ver en el atentado contra el presidente Duque, mientras viajaba en un helicóptero en Norte de Santander.
El ‘Capi’, sería uno de los auspiciadores del ataque al Black Hawk. Presuntamente, estructuró y ofreció el plan criminal a los cabecillas de las disidencias del frente 33 de las Farc.
“Suministró sus conocimientos aeronáuticos y militares para ubicar los puntos vulnerables del Black Hawk durante el aterrizaje, calculó los tiempos y distancia del helicóptero, elaboró un estudio topográfico del aeropuerto Camilo Daza y señaló cómo debían comportarse los tiradores y en qué lugar ubicarse para no ser detectados”, describieron las autoridades.
Asimismo, los investigadores examinan datos proporcionados por denunciantes anónimos que sugieren que en el historial delictivo del ‘Capi’ se añade una presunta conexión con alias Megateo.
Según estas denuncias, el exmilitar habría transportado a la familia del narcotraficante en aeronaves y participado en el contrabando de gasolina desde Venezuela, destinada a ser utilizada en los laboratorios de coca.
Los investigadores de los atentados lograron identificar que el ‘Capi’ tiene relación directa con disidencias del frente 33 de las Farc. En la información recopilada, el ‘Capi’, el 5 de junio, y Ciro Alfonso Gutiérrez Ballesteros, alias Ciro, habrían llevado la camioneta relacionada con el atentado a Tibú, donde fue acondicionada con dos tipos de explosivos (pentrita y TNT) y 2.000 metros de cordón detonante.
El 15 de junio, alias el Capi retornó a Tibú, recogió el vehículo y, en compañía de alias Ciro, quien iba en motocicleta, se dirigió a la sede de la brigada en Cúcuta. Luego de un registro en la guardia, entró a las instalaciones a las 12:35 p. m., y se estacionó frente al dispensario. A las 2:45 p. m. ubicó el carro en inmediaciones de la Estructura de Apoyo (EDA) de la Fiscalía, descendió y salió de la sede militar a las 2:50 p. m.
En la puerta era esperado por alias Ciro y a bordo de una motocicleta escaparon. La Fiscalía explica con detalles lo sucedido: en una primera explosión, a las 3:01 p. m., se quemaron 279 metros de cordón detonante, 1.721 metros no se activaron. Esta situación evitó que la tragedia fuera de mayores proporciones. Cuatro minutos después ocurrió un segundo estallido.