El viernes 9 de junio fueron rescatados los cuatro menores de edad que se encontraban desaparecidos en la selva del Guaviare, tras el accidente que sufrió la avioneta en la que se movilizaban.
De inmediato, en compañía de las Fuerzas Militares, los niños fueron trasladados al Hospital Militar Central en Bogotá, donde actualmente reciben asistencia médica, debido a su estado de desnutrición y algunas lesiones.
Por medio de un video compartido a SEMANA, la subdirectora del ICBF, Adriana Velásquez, confirmó a los medios de comunicación que la salud de los cuatro pequeños evoluciona satisfactoriamente.
“Los niños están muy bien de ánimo, han estado coloreando, dibujando. Les encanta conversar y dibujar, han estado interactuando con los libros y tienen muy buena disposición para estar en este entorno hospitalario”, aseguró Velásquez.
Además, explicó que los niños tienen unas condiciones médicas particulares, razón por la cual se les han restringido algunas visitas. A pesar de ello, los niños continúan emotivos y han aceptado todas las recomendaciones médicas que se les han asignado.
El ICBF ha estado comprometido con la protección de los niños, brindándoles un acompañamiento continuo que contribuya a crear un entorno estable y seguro que les devuelva la esperanza de un futuro digno.
“Desde el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar hemos dispuesto el equipo de defensores y defensoras de familia que han estado desde las regionales Bogotá y Meta acompañando a las familias y a los niños en un proceso interdisciplinario que lee adecuadamente las características y la coyuntura especial que han tenido ellos”, precisó la subdirectora.
El ICBF ha estado trabajando en compañía con la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas (Opiac), para que los procesos de restablecimientos de derecho sea el correcto y así se atienda de manera óptima a las necesidades, a la cultura y a la pertenencia étnica de los niños.
Desde su rescate, se ha presenciado un seguimiento dedicado a la salud física y mental de los niños, puesto que durante 40 días estuvieron expuestos al instinto de supervivencia.
Cabe aclarar que en la mañana de este 12 de junio, Astrid Cáceres también se pronunció frente a lo que sería el futuro de los niños una vez salgan del hospital. Cáceres hizo énfasis en que por el momento el ICBF se hará cargo de los menores, en cuanto se logran sanear las diferencias que hay entre las familias de Magdalena Mucutuy y Manuel Ranoque, padres de los menores.
Recordemos que estas diferencias familiares se dieron a conocer cuando la familia de Magdalena declaró que Manuel, papa de los niños, había sido denunciado por presunto acoso sexual y violencia intrafamiliar.
En exclusivo, Narciso Mucutuy, abuelo de los niños rescatados en la selva, habló en SEMANA y narró detalles desconocidos de la odisea que vivieron los pequeños durante 40 días y sus dramáticas jornadas. Destacó el liderazgo de Lesly, cómo alimentó a la bebé y lo que contaron los menores cuando lo vieron.
Frente a esto, Narciso negó que su hija Magdalena permaneció viva cuatro días después de que se presentó el accidente, puesto que el fuerte impacto ocasionó su rápido fallecimiento.
Además, resaltó el liderazgo de su nieta Lesly, ya que, gracias a las enseñanzas de la comunidad indígena, logró salvar a sus hermanos, alimentándolos con semillas de frutas como el milpesos y el juan soco.
Se espera una pronta recuperación para los niños, y que, de este modo, puedan volver con su familiar y su comunidad para vivir una vida plena y alegre.