Recientemente se hizo viral la historia de Kenzo, un pequeño perro de raza pomerania que falleció a bordo de un vuelo de la aerolínea Satena que cubría la ruta Tolú, Sucre, a Medellín, Antioquia.

Según la denuncia, publicada en el perfil de Instagram @lagateriarescates, durante el trayecto, Kenzo se sintió “desesperado, inquieto y lloraba”, al parecer, como resultado de un episodio de ansiedad. Por esta razón, Margarita Betancur, quien también viajaba con su familia, le pidió en repetidas ocasiones a la azafata que les permitiera sacarle la cabeza del guacal para tranquilizarlo. Sin embargo, no lo permitió y los obligó a mantener a la mascota “encerrada y en el piso”.

“Ni siquiera nos permitieron tener el guacal en las piernas para que el perro nos viera y se sintiera tranquilo”, agrega la denuncia.

Al final del vuelo, la familia de Kenzo notó que la mascota había dejado de llorar, sin embargo, cuando abrieron el guacal para ver cómo estaba, se dieron cuenta de que se había ahogado. En un intento desesperado por salvarlo, le dieron respiración boca a boca y masaje cardíaco, pero no tuvieron éxito.

“Queremos generar consciencia para que esto nunca vuelva a pasar y un llamado a las aerolíneas y sus azafatas a garantizar las condiciones óptimas y los derechos para los animales”, concluye la denuncia publicada en la red social Instagram.

La respuesta de Satena

Tristemente, en el pasado se han presentado otros casos de mascotas que han muerto durante viajes en avión, como lo fue la historia de Homero, un perro que falleció mientras volaba en la ruta Puerto Asís–Cali. En aquella ocasión, el animal tuvo que viajar dentro de la bodega de la aeronave y, como consecuencia del caso, la aerolínea Easyfly recibió una millonaria multa.

Como respuesta al reciente caso de Kenzo, la aerolínea Satena publicó un comunicado a la opinión pública en el que señala: “El martes 18 de enero de 2022, en el vuelo 7717 con salida a las 13:35 de Tolú-Sucre, llegando al destino Medellín, Antioquia, sobre las 14:40, viajaron dos pasajeras junto con dos perros de raza pomerania. Los dos caninos fueron transportados en cabina de pasajeros junto a sus dueños, cada uno en su respectivo guacal de tala con ventilación para garantizar su seguridad y comodidad, así como la de los demás pasajeros”.

“Lamentablemente, uno de los caninos falleció durante la fase de aterrizaje. La aerolínea es enfática en que se cumplieron todos los protocolos y estándares de calidad que están establecidos en las políticas de la compañía, de acuerdo con la normatividad aeronáutica colombiana, reiterando que el canino viajó en cabina de pasajeros con una temperatura ambiente y niveles de oxígeno adecuados”, detalla el documento.

Así mismo, la aerolínea agregó que en el mismo vuelo también fueron transportadas otras mascotas en las mismas condiciones y que llegaron a su destino “sin afectación alguna”. Sin embargo, este apunte motivó las críticas de los internautas.

“Cuando dicen ‘cabe resaltar que en ese mismo vuelo también fueron transportados en cabina de pasajeros otras mascotas en las mismas condiciones y que llegaron a su destino sin afectación alguna’, ¿o sea que el problema era el perrito por ser el único nervioso y ansioso del vuelo?”, comentó @daniboho810.

“¿Cuál era el problema de dejar sacar al perrito si lo iba a cargar la dueña? Qué políticas tan estúpidas”, cuestionó @pitufimafia.

Finalmente, en su comunicado, Satena lamentó lo sucedido y reiteró su compromiso con el transporte de mascotas. De igual manera, recordó que en su página web detalla las condiciones y restricciones para el transporte de las mismas “a fin de que los usuarios conozcan tales políticas antes de acceder al servicio”.