Por el aeropuerto El Dorado entró el coronavirus a Colombia. Esa frase, que ha repetido insistentemente la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, ha puesto sobre la mesa la importancia de vigilar la principal terminal aérea del país una vez se levante la cuarentena obligatoria. Cuando se conocieron los primeros casos de covid-19, muchos pasajeros cuestionaron los pocos controles sanitarios en la terminal aérea y tanto el concesionario Opaín como la Alcaldía y el gobierno se terminaron tirando la pelota sobre quién debe responder por lo que ocurre allí.Las críticas terminaron costándole el puesto al gerente de Opaín, Álvaro González, quien renunció a su cargo luego de que se conociera un video donde fue abordado en el propio aeropuerto por el periodista Juan Lozano, director de Noticias RCN. En la grabación se vio cómo González se negó a dar explicaciones sobre lo que estaba sucediendo. Lo que viene es trascendental. Como en muchos temas de la pandemia, la alcaldesa y el presidente Iván Duque tienen versiones diferentes sobre El Dorado. Mientras ella advierte que su apertura podría disparar exponencialmente los casos de coronavirus en la ciudad y ha dicho que se abrirá “sobre mi cadáver”, él considera que la expansión del virus no debe a la terminal aérea. El mandatario señala que el hecho de muchos contagiados sean asintomáticos facilita la propagación de la covid-19.
Por el momento en El Dorado solo funciona el transporte de carga para abastecer a Bogotá y al país. Únicamente hay vuelos de pasajeros gestionados por la Cancillería para traer a nacionales que quieren regresar a Colombia y para los extranjeros que busquen regresar a sus lugares de origen. Expertos en movilidad, como Darío Hidalgo, consideran que mientras los casos de contagio diario no sean menor a uno, mantener cerrado el aeropuerto es lo procedente.Ese cierre tiene un fuerte impacto económico. Según un estudio de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, en el país están en riesgo 32.700 empleos directos y 253.000 indirectos. Además se estiman pérdidas de contribución al PIB de 481 millones de dólares directos y 3.100 millones de dólares de los sectores conexos. En conversación con SEMANA, la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, aseguró que aún no hay una fecha definida para reabrir El Dorado. Junto a Opain, que administra el aeropuerto, han venido trabajando en un protocolo que está siendo evaluado por el Ministerio de Salud para reabrir primero los vuelos nacionales. Los internacionales vendrán después y dependen de la apertura de los aeropuertos en todo el mundo. El manual, según la ministra, está basado en las prácticas aplicadas en otros países y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Por lo pronto están terminando de instalar cámaras térmicas que en solo dos segundos detectan la temperatura corporal de 15 a 20 personas simultáneamente. Si la temperatura de una persona supera los 37,5 grados, se activa el acompañamiento médico correspondiente. Aunque las cámaras no detectan el Covid-19, permiten activar los protocolos de control preventivos. Esta tecnología está ubicada en lugares estratégicos del aeropuerto como el primer nivel, en las puertas de acceso a la terminal aérea y en las llegadas nacionales e internacionales. También en el segundo nivel, en las puertas de ingreso de colaboradores y del personal de las aerolíneas y, en el acceso al Centro Administrativo de Carga. Además, habrá además personal militar entrenado para verificar que dichos protocolos se cumplan. También se adecuaron 300 camas portátiles que se desinfectan cada 12 horas para los pasajeros en tránsito. Se han dispuesto lavamanos portátiles, geles desinfectantes, jabón, agua y toallas en varios puntos del lugar, y se estudia la posibilidad de no dar acceso a los baños públicos por ser una fuente de contagio. Las jornadas de desinfección continuarán en el terminal, pero también afuera, en parques y locales comerciales de la localidad de Fontibón, con ayuda de Cementos Argos y el Grupo Interaseo.De reabrirse El Dorado, los viajeros no podrían llevar acompañantes salvo en casos excepcionales. El registro sería de forma digital para evitar el contacto físico y se está evaluando exigir test rápidos de contagio a los viajeros. Además, quienes entren a Colombia deberían seguir cumpliendo los tiempos de aislamiento de 14 días. Y los vuelos, al inicio, no podrían superar las dos horas de trayecto.
Por cuenta del coronavirus, el país pasó de atender hasta 30 vuelos por hora a atender tres por semana. Por eso el gobierno ha anunciado algunas medidas económicas de apoyo como ampliar los plazos de pago a la Aeronáutica Civil, no cobrar contraprestaciones, reducir la tasa del IVA y de gasolina al cinco por ciento y permitir el parqueo de algunos aviones de forma gratuita. El Ministerio de Transporte sabe que las medidas no son suficientes y por eso está trabajando para que la reactivación llegue con un estímulo para esta industria. El reto no es solo reabrir el Dorado, ni que sea seguro volar, sino también establecer quiénes viajarían y cómo el negocio volvería a ser rentable. La vacuna contra el covid 19 se va a demorar y no deben ser muchos los que quieran hacer turismo por ahora.