Debate nacional luego de que el periodista Alberto Donadío culpara, a través de una columna en Internet, a dos personas fallecidas, responsabilizándolas del exterminio de la Unión Patriótica (UP). Se trata del expresidente Virgilio Barco y su amigo israelí, Rafi Eitan, quien fuera exdirector del Mossad (servicio de inteligencia israelí).

Según Donadío, una fuente –que le solicitó reservar su identidad– le reveló que el plan del israelí era “eliminar” a la UP. Además, afirmó que Eitan fue contratado por Barco para ser parte de su bancada, bajo el cargo de agente de inteligencia.

En entrevista con Vicky en SEMANA, el general (r) Rafael Samudio dijo que las afirmaciones del periodista Donadío en su columna eran totalmente falsas. “Quienes conocen, y el país conoce suficientemente lo que fue el presidente Barco, su rectitud, honestidad, patriotismo, que nunca se prestaría para una situación como esta, porque precisamente fue un hombre experimentado en las luchas políticas. Él debe recordar en su tumba lo que fue el país cuando se decía matar chulavitas o matar cachiporros”.

Por lo tanto, Samudio le dijo a la senadora Aída Avella, quien también fue invitada al programa, que se olvidara que el expresidente Barco iba a repetir con la Unión Patriótica una historia sangrienta que ya había vivido el país años atrás en medio de la disputa entre políticos, que dejó cientos de muertos en varias regiones de Colombia.

“Olvídese, señora senadora, que no la iba a repetir el presidente Barco, ni yo tampoco, ni ninguno de los miembros de las Fuerzas Militares. Está usted totalmente equivocada y, sobre todo, quien la llevó a la equivocación”, señaló el general (r).

Por lo tanto, Samudio insistió en que ni el gobierno de Barco ni las Fuerzas Militares tuvieron que ver con el exterminio de los integrantes de la Unión Patriótica. “No es cierto. Yo sí viví los estertores de esa violencia en la que se hablaba de eso. Matarse liberales y conservadores y ampliando epítetos, como decir chulavitas y matar cachiporros”, agregó.

Al respecto, Avella le respondió a Samudio que si no hubiera responsabilidad del Estado en el exterminio de la UP, no se hubiesen llevado a cabo hechos de reparación, ni tampoco disculpas por parte del Gobierno colombiano.

“Hasta un expresidente nos pidió disculpas en el Palacio, porque son muchos los casos en los cuales la vinculación de agentes del Estado están presentes (...) Cuando hay un genocidio, todos los investigadores coinciden con que no es espontáneo, siempre hay una preparación”, agregó Avella.

La congresista de la lista de la Decencia también dijo que aquello que buscan los exintegrantes de la UP es la verdad completa, recalcando que esta no puede ser a medias.

Samudio insistió en que él no conoció presuntos complots para acabar con la vida de los integrantes de la UP. Le pido a la senadora Avella que le preguntara a expresidentes como Andrés Pastrana, Ernesto Samper, Álvaro Uribe, qué pensaban del exmandatario fallecido Virgilio Barco.

“Es que uno no puede imaginarse a Barco, con esa trayectoria, esa integridad, que se hubiera permitido, tolerado o hubiera sido ausente de cualquier acción, si él hubiera sabido de que se estaba dando eso”, señaló el general (r) Samudio.

En los últimos días, diferentes personalidades de la política han defendido a Barco frente a esta tesis. Uno de los argumentos que esgrimen es que en esa presidencia, Barco nombró 14 miembros de la Unión Patriótica como alcaldes municipales, antes de que se estableciera la elección popular de esos cargos. También le pidió la renuncia Carlos Lemons pues este había dicho que la UP era una extensión del brazo armado de las FARC y el presidente entonces argumentó que se trataba de una expresión política de un grupo que se había desmovilizado.