El caso de Salim Helo vuelve a encender el debate sobre la violencia en el fútbol. La versión que dio la víctima a Semana.com es la que sigue. Todo ocurrió el miércoles pasado, a eso de las 7:30 p. m. Helo, quien portaba una camiseta de River Plate, se encontraba con su novia, una amiga y dos amigos en un pub ubicado en un tercer piso del centro comercial San Rafael. River Plate le ganaba 2 - 0 a Atlético Nacional y el partido estaba a punto de terminar. En ese momento, un hombre de unos 24 años se paró de su silla, hizo a un lado a la novia de Helo y le lanzó una silla que este logró esquivar. Sin tener tiempo para reaccionar ni posibilidad de alejarse (pues estaba contra la baranda del balcón) otro joven de aproximadamente la misma edad le estalló un vaso contra la cara, lo que le causó numerosas heridas. Con la cara ensangrentada, Helo intentó hablar con un tercer hombre que lucía vestido y corbata. “La sangre que chorreaba a mi boca le salpicó su traje. Él se miró la camisa y me dijo: '¿Me va a escupir?’”. Acto seguido le lanzó una botella de cerveza que había en una mesa aledaña. Según el agredido, durante el partido no hubo ningún tipo de provocación. “Yo no soy bobo, si había mucha gente del otro equipo no iba a cantarles los goles en la cara. Antes de lo ocurrido, no hubo contacto físico, ni visual, ni nada. Solo podría explicar esto como un acto de salvajismo y de intolerancia. Seguramente también estaban tomados”, dijo a Semana.com. La Policía llegó al lugar 15 minutos después de la agresión, e inmediatamente fue trasladado a la Clínica La Colina donde lo sometieron a una intervención quirúrgica. Los golpes le dejaron un hematoma y cuatro cortadas profundas en la frente y tres en una oreja. Algunos conocidos sugirieron a Helo dejar las cosas así para no meterse en más problemas, pues le advirtieron que los tipos podían pertenecer a temidas pandillas del barrio Colina Campestre. Sin embargo, unos días después de lo sucedido la víctima rompió su silencio y en su página de Facebook publicó: “Gente, lo intenté pero quedarse callado frente a esto es dejar que las cosas sigan pasando. Aprovecho este medio de comunicación para mostrarles hasta dónde ha llegado el nivel de intolerancia de la gente. Esto me lo hicieron unos hinchas de Nacional hace dos noches solamente por llevar la camiseta de River Plate. Aquí no importa si eran de Nacional, de Millonarios de Santa Fe, etc... Aquí lo que importa es el poco respeto que tenemos hacia la vida de los demás, hasta tal punto que un partido de futbol es motivo para cometer este tipo de acciones. Para los pequeños y para los grandes, la vida es mucho más que un escudo, que un color, para todos los que dicen que se matan por su equipo, los cuales son bastantes los conocidos, ey recapacítenlo, la vida es mucho más que eso, es más que ser colombiano o argentino, rojo, verde o azul. La próxima vez que quieran pelear con otra persona porque simplemente no es de su equipo, piénselo dos veces, detrás de cada uno de nosotros hay una familia y personas que se preocupan por uno, y los sueños y aspiraciones de estos pueden verse realmente afectados. Vivan su vida y vivan el #futbolenpaz”. En este momento el mensaje ronda los 3.300 likes y ha sido compartido por más de 10.000 personas. Salim ha denunciado por tentativa de homicidio a dos de los tres agresores. El tercero no ha podido ser identificado.