La ausencia de agua en La Guajira ha sido un asunto de años. Detrás de esa carencia, justamente en esa zona desértica y con altos niveles de pobreza, hay una alta mortalidad infantil y un escaso desarrollo regional.
Ahora se busca avanzar en la solución. Según la Presidencia de la República, el Gobierno nacional invirtió 12.300 millones de pesos en tres proyectos de agua potable y saneamiento básico que beneficiarán a 44.600 guajiros.
El proyecto que lanzó el presidente Iván Duque hace tres años y medio se conoció como ‘Guajira Azul’. Hasta ahora, unas 570.000 personas de nueve municipios se han beneficiado con 28 obras en La Guajira, enfocadas al suministro de agua.
Bien es sabido que en esa zona del norte del país está asentada la etnia wayúu, un resguardo indígena numeroso que el país debe proteger. Se le considera como una de las más grandes en el país después de los nasa, los zenú y los emberá.
Pero los wayúu son apenas uno de los beneficiarios de las inversiones en agua potable. Según informe del Ministerio de Vivienda, los tres proyectos que se anuncian ahora incluyen dos módulos de pilas públicas que beneficiaran a más de 7.500 indígenas wayúu, uno en Romonero, zona rural de Riohacha, y otro en Amalipa, zona rural de Maicao. Además, se hará entrega de la optimización de la planta de tratamiento de agua potable de San Juan del Cesar.
El ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, explicó que la capacidad de las pilas públicas que llevan el agua a las zonas rurales de Romonero es de 100.000 litros por día. Para esta solución, las inversiones ascienden a 4.700 millones de pesos.
Para el módulo de pilas públicas de Amalipa se adelantó una alianza, para la cooperación entre el sector público y el sector privado. De hecho, este es uno de los resultados de la estrategia conocida como ‘Obras por impuestos’. La empresa Enel fue la aliada para la construcción de dos pilas, cada una con capacidad de almacenamiento de 10.000 litros de agua potable, y 11 enramadas de 5 mil litros cada una.
Agua por primera vez
Según el Ministerio de Vivienda, ese módulo demandó recursos por 5.100 millones de pesos. La expectativa es que se llegue con agua en la zona de Amalipa a 2.600 indígenas wayúu, lo que permitirá mejorar su calidad de vida.
Es más, en esa zona es la primera vez que los habitantes tienen acceso al servicio de agua potable.
¿Y para el casco urbano?
En el caso de las áreas urbanas de La Guajira, en las que al menos ha habido agua, aunque el servicio no haya sido permanente y de buena calidad, el programa ‘Guajira Azul’ busca incluir iniciativas de continuidad, pero ampliando cobertura y calidad.
De esa manera, en dos semanas el Gobierno nacional dice que entregará la optimización hidráulica de la Planta de Tratamiento de Agua Potable de San Juan del Cesar, en el corregimiento de Corral de Piedra a poco más de 10 kilómetros de la cabecera municipal.
En el planteamiento de esta obra se señaló que el beneficio recaerá sobre 37.000 guajiros, lo que equivale al 99,4 % de los sanjuaneros.
La inversión aplicada en ese proyecto fue de 2.500 millones de pesos, según el Gobierno nacional.