“Apenas puedas, piérdete, que te quieren matar”, le habría dicho a Aida Merlano uno de los hombres que participó en su fuga.
Esa fue, según la excongresista, la primera alerta que tuvo sobre lo que ella califica como los verdaderos planes que habrían tenido los Char en su contra al, presuntamente, ayudarla a escapar, como sostiene en su testimonio.
Pasados algunos días, Salvador, quien dirigió la operación de escape, también le habría manifestado: “Ya no quieren que te fugues, te quieren matar”, le contó la exsenadora al magistrado investigador.
En medio de su relato, Merlano dijo que fue abusada mientras la cuidaban. Después de recordar lo que le pasó se abstuvo de entregar mayores detalles. “A mí me violó el tipo que consumía drogas, cocaína, y me fracturó el cráneo al golpearme con la cancha del revolver… Quería matarme, me quería asfixiar”, dijo Merlano en la Corte, mientras insistió en que los supuestos planes de los Char consistían en que después de asesinarla la sepultarían en algún paraje de una finca.
A su estancia con quienes la ayudaron en la fuga le llama secuestro.
Según la mujer, el propio Julio Gerlein le habría advertido que si hablaba contra los Char, podrían acabarla, y que él ya no podría protegerla. Ella habría seguido adelante en querer colaborar con la justicia. “Tengo demasiado conocimiento de cómo se maneja la corrupción en el departamento del Atlántico y les tengo secretos a un sinnúmero de políticos corruptos que ostentan credenciales y todavía siguen en el Gobierno desangrando al país”, dijo la excongresista condenada por corrupción electoral y concierto para delinquir.