Pese a que todo estaba listo para que este jueves la excongresista Aida Merlano Rebolledo rindiera su versión libre ante la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, en el desarrollo de otra investigación que se adelanta por la compra de votos que se puso en marcha para las elecciones de marzo de 2018, a última hora notificó que por problemas de salud no podía asistir a la diligencia.
Este caso tiene relación con una denuncia presentada en contra de Merlano Rebolledo por presuntamente entregarle directamente cerca de cinco mil millones de pesos al candidato la Cámara de Representantes, Emeterio José Montes de Castro. Este dinero habría sido girado por el empresario barranquillero Julio Gerlein, uno de los principales financiadores de la ascendente carrera política de Merlano.
En la denuncia se señala que este dinero fue utilizado para la compra de votos en la Costa en los comicios del 11 de marzo de 2018. En la queja se advertía que el día de las elecciones se puso en marcha un sofisticado plan para atraer personas para que votaran a favor de Merlano y de Montes, todo esto a cambio de una suma de dinero y un refrigerio.
Merlano, quien fue deportada desde Venezuela a Colombia el pasado 10 de marzo, ya tiene dos condenas por la compra de votos que puso en macha para dar el gran salto de la Cámara de Representantes al Senado: la primera sentencia es de 15 años de prisión por liderar la compra de votos; y la segunda, de cinco años y medio, por superar, ampliamente, los topes electorales fijados por la ley.
Igualmente, tiene una imputación de cargos pendiente por la cinematográfica fuga que protagonizó el primero de octubre de 2019 después de asistir a un centro médico ubicado en la calle 116 con carrera Séptima, en el nororiente de Bogotá, para que reanudara una sesión del diseño de sonrisa.
Ese día, Merlano fue trasladada en una camioneta del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) desde la cárcel El Buen Pastor hasta el consultorio odontológico. En ese lugar, se encontró con sus hijos (la influencer Aida Victoria Merlano Manzaneda y un menor de 16 años), tras finalizar la cita, que se extendió por cerca de cinco horas.
Luego de despedirse de sus hijos y darle un emotivo abrazo al odontólogo, Javier Guillermo Cely Barajas, la excongresista se cambió la ropa, se puso unos guantes especiales, se amarró una cuerda a su cintura y, como si estuviera emulando una película de acción, abrió la ventana del consultorio y saltó al vacío.
Pese a la violencia del golpe contra el pavimento, la dirigente política conservadora se levantó rápidamente para montarse a una motocicleta que la esperaba en la esquina de la carrera séptima, para así emprender –y finalizar– su cinematográfica huida.
El 28 de enero de 2020, Merlano fue recapturada en la ciudad de Maracaibo, en el estado Zulia, Venezuela. Estaba en un apartamento del sector de El Milagro junto al hombre que la había ayudado a fugarse. En ese punto remoto fue encontrada por agentes de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía de Venezuela, una de las más violentas y que se encarga de misiones de alto impacto.
Inmediatamente, fue trasladada a la cárcel conocida como El Helicoide, en Caracas. Este centro de reclusión fue modificado y cambiado drásticamente por orden del entonces presidente Hugo Chávez Frías, puesto que las instalaciones iban a funcionar como un centro comercial.
Las condenas por la fuga de Aida Merlano
En noviembre de 2021, el capitán David Alexánder Álvarez Cárdenas fue condenado a 15 años de prisión por su participación activa en el plan de fuga de Aida Merlano. Tras dos años de juicio, el oficial adscrito al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) fue hallado culpable de los delitos de prevaricato por acción (autor) y favorecimiento en la fuga de presos (coautor).
El juzgado determinó que el capitán, quien para el momento de los hechos era el comandante de custodia y vigilancia de la cárcel El Buen Pastor, avaló de manera injustificada y firmó todo el trámite para que la excongresista fuera trasladada a la cita odontológica. Este documento fue firmado por Cárdenas pese a que se encontraba en vacaciones y ya había designado a alguien para que continuara con sus funciones.
En esa oportunidad –y teniendo en cuenta las versiones conocidas durante el juicio– el despacho judicial ordenó investigar a varios agentes del Inpec y de la Policía por su participación en la ejecución del plan de fuga.
En septiembre de 2022, Aida Victoria Merlano recibió una condena de siete años y seis meses de prisión por su activa participación en la fuga de su madre. Esto por entregarle la maleta en la que estaban los elementos propios para la fuga, así como por distraer a los guardias del Inpec junto a su hermano.
Por esto, fue sentenciada por los delitos de uso de menores para la comisión de delitos y fuga de presos, en calidad de cómplice.